jueves, 30 de octubre de 2014

13. Tarde saliendo al exterior




            Nunca había estado en compañía de tanta gente extraña sin nadie de mi confianza cerca durante mi estadía en la maldita ciudad aquella en la cual había nacido, pero de la cual siempre recordaré a mis abuelos, mis padres.    Estuve una semana mientras esperaba mi traslado a la clínica en la capital. Cuando subí al transporte elevador, sentí que nunca volvería a esta ciudad, a este lugar, pero estaba equivocado.
            Me distraje mucho en el viaje de una hora a 50 metros del suelo en este nave elevadora. Hacía 10 años comenzaron a usarse y ya eran el transporte que sustituiría a los de tracción terrestre. Me era entretenido mirar desde arriba, hacia abajo, pero no era un avión, era diferente la emoción, mas agradable, no producía esa sensación de estar en altura como cuando viajas en una nave aérea. Unas 40 personas mas viajaban en este vehículo. Al llegar me recibieron y llevaron a una clínica, que mas parecía un albergue muy bueno en un sector rural. Ahí tuve mi pieza y junto a otros pacientes, con problemas similares, no solo tuvimos tratamiento con medicinas ADN, además por primera vez en mi vida me vi obligado a someterme a una disciplina básica de horarios: a esta hora me levanto, a esta hora desayuno, se almuerza, esta hora estudios, esta hora compartir con los demás, etc. Al estar encerrado uno pierde esa capacidad porque carece de una disciplina que permite incluso formar carácter. Por ello Uds. si encuentran a un agorafóbico recuerden que no está acostumbrado a los horarios estrictos.
            Había otras personas, incluso un tipo de 47 años que también sufría de algo parecido y desde los 15 años se había encerrado; una joven mamá que no soportaba salir de casa, dos chicas de veinte años, una había intentado suicidarse alguna vez. Conocí a cuatro jóvenes de mi edad y fue emocionante sentir que no era el único, otros también compartían los mismos problemas. Pero ahora seríamos ayudados y creo que el sentirnos amigos, o entablar una relación afectuosa con otros, hizo mas por mi problema que las drogas de ADN.
            Al séptimo mes ya podía salir al centro a comprar mis alimentos, cosas, abordaba los vehículos del transporte público. Incluso me acostumbré a ir solo (seguido por ella claro está) todas las semanas a otro lugar ubicado a 100 millas al norte solo por el deseo de viajar en un bus elevador, además porque esperaba conocer a Trendy, aquella amiga que era la única que me quedaba de esa época de vida virtual. No me causaba rubor facial ni me sentía nervioso al extremo de salir arrancando a mi casa. Si había algo de tensión aprendí a controlarla. Además los terapeutas nos conminaban para que pensáremos en desarrollarnos educacionalmente y no quedarnos sin una mayor educación. A mayor educación, una mejor capacidad de enfrentar desafíos de carácter. Además se necesitaba gente mejor preparada para los servicios del exterior.
            Me impresionó el tipo de casi cincuenta años que años después terminó siendo un reconocido profesor universitario. Una de las chicas, la que intentó suicidarse, veinte años mas tarde sería alcaldesa de una importante ciudad; incluso alguna ocasión nos juntamos a recordar en casa de uno de sus hijos.
            Dos de los otros jóvenes de mi edad habrían de fallecer en la guerra.
            Otro sería un médico. La joven mamá años mas tarde se graduó de enfermera. Así aquellos meses que pasé en aquel lugar como si me hubieran devuelto a la vida y por primera vez conocía gente “en directo” no esas amistades vía online.
            Pero debo decir que hubo una fuerza que me impulsaba aun mas a superar mis dificultades: Mystysiva.
            La misma semana que llegué alguien me avisa que me visitan ¿quién? carecía conocidos, pero inmediatamente intuí quién sería: Mystysiva. Al salir ella estaba vestida con un elegante traje, que le daba un aspecto de mayor edad.
            Por primera vez en mi vida la veía cerca mío, tal vez ella no pensaba lo mismo. Pero mi gran miedo era que se daría cuenta de una terrible mentira: solo mido un metro sesenta y cinco centímetros. . ., le había mentido en diez centímetros. Pero me pareció extraño que ella no le diera importancia, como si supiera o me hubiera visto como soy físicamente. Porque al usar el hológrafo podía esconder mi estatura aumentando o reduciendo las imágenes cuando ambos nos encontrábamos en ese mundo holográfico, pero ahora era la realidad. No se inmutó.
-Mystysivitassss, tú por aquí.
-XXXXX venga conmigo -Mientras sus labios besaban mi izquierda faz sin darme tiempo a evitar ese aroma tan lindo de su fragancia. Su beso de saludo duró mucho tiempo porque era muy bonito, aun me emociono al recordar este primer beso real, en directo, sin hológrafo con ella. Tal vez estaríamos media hora así abrazados en el sillón de mi pequeño cuarto.
-Pero y tu marido.
-¿Marido? Usted es mi esposo ahora, él está muy ocupado y parece que nos separaremos -eso decía este demonio de lindos ojos gris claros y coqueta mirada perturbadoramente dominante.
            Parece que la presencia de ella causó impacto entre los demás, es que esa mirada suya, tan penetrante y agresiva, unida a su hermosas facciones y esos cabellos miel la hacían muy atractiva, tanto que me causaba resquemor ya que además mi apariencia como lo he explicado antes, era de un adolescente.
            Una encargada de las habitaciones vino a golpear la puerta:
-Señor Xxxxx ¿desea venir a la sala de estar?
-Si ya vamos.
-Mystysivitassss creo debemos salir porque ellos pensarán lo que tu imaginas que piensan.
-Si mi amor salgamos y como ahora tú puedes salir ya, diles que irás estos dos días donde un familiar.
-¿Porqué piensas que me dejarán salir? Recién ha comenzado el tratamiento para mi agorafobia. No aceptarían eso.
-Si lo aceptarán, además les dije que era tu novia y tú mismo se los has dicho ¿verdad?
-Claro que sí, eras mi novia.
Así fue como aquella primera semana me dieron permiso par salir con ella por un día.
            Ella se movilizaba en un vehículo de tracción en tierra que conducía muy bien.
-¿Te acuerdas de manejar este vehículo? -mientras me daba una insinuante mirada.
-Sí, pero solo en unas 10 ocasiones alcancé a manejar uno real, pero era de eso antiguos, sin el driver free -es que en 10 años la tecnología había avanzado mucho y estos últimos vehículos de tracción a tierra el control del vehículo casi estaba determinado por la computadora, lo que había reducido los accidentes.
-Ahora te lo pasaré e iremos a ese lugar que tanto te he mostrado.
-A dónde me llevas.
-Tienes este fin de semana libre ¿verdad XXXX?, así que pasaremos en una casa que alquilé, es muy bonita, tiene un jardín y se observa la bahía.
-Si sé donde está ese sector, es muy caro.
-Pero yo tengo créditos.
-¡Oye! me tratas con si fuera una mascota.
-No se enoje XXXXXXX, pero Uds. es muy tierno -muy astuta.
-Y tu marido -pobre ingenuo se me escapa frase.
¡Y qué tiene que ver él en esto! -ahora era una mirada fría, sus facciones rígidas, habían desaparecido esos hermosos dientes y la comisura de sus labios alegres. Y esa miserablemente hermosa mirada gris clara que se iba directamente a mis ojos logrando controlar mis emociones.
¡Mira él está allá y nos estamos separando! ¡Lo abandono por ti! Y mas encima te quejas -su autoritario tono.
-No me quejo -mi tono era sumiso.
-Entonces ni una palabra más ¿tendidosss Xxxxxxssss?
-Sí Mystysivitassss.
            El viaje en este carro era terrible, debido a que me impedía mover el volante, algo habitual en el vehículo que había aprendido a usar con mis abuelos. Así que al final ella terminó controlando este cacharro de tecnología ya obsoleta. Era muy extraño, al ver el exterior, al lado de una hermosa mujer, como si ya fuera un “hombre grande”.
            Mirando a mi alrededor, sobre mi cabeza esas novísimas carreteras “aéreas” donde los vehículos elevadores comenzaban a  ser lo habitual, todo ese mundo que solo veía por el hológrafo, los medios de comunicación y no sentía personalmente al estar encerrado en casa ahora estaba frente a mí. Atrás habían quedado mis temores, las nostalgias por mis desconocidos padres, por mis abuelos, mi tío del Sur que me ayudaron. Hasta llegué a recordar con cierta tristeza al cerdo buitre y su mujer. Ahora mi mundo era diferente ¿Sería acaso que comenzaba a brillar una luz en mi oscuridad de vida?
-Mira amor, hacia allá está la cordillera, este año ha habido mucha nieve. Un día te llevaré para que aprendas a esquiar –era ella con su hermosa voz.
-No me agradan los deportes.
-No es un deporte, solo es un juego.
-No estoy acostumbrado a salir de casa.
-Ahora te acostumbrarás XXXXXXsss.
-¡Qué linda estás Mystysivitasss –mientras le acariciaba su derecha tez y esos lindos labios –mira que piel tan suave y deliciosassss.
-Es toda tuya –mientras sonreía al sentir mis manos intruseando sobre su cuerpo. Es que al no tener contacto con la sociedad, entonces la sensación de acariciar esa beldad era incontenible.
-Cuidado amor, vamos a chocar si sigues así.
-¿Te olvidas cuando me hacías el amor vía hológrafo?
-Sí , pero eso no es lo mismo que en carne viva.
-Es que ansío tocarte de una vez Mystysivitassss, no aguanto el tocarte, acariciarte en vivo y en directo.
-Espérate  hasta que lleguemos Xxxxxxssss.
            El vehículo se estacionó en un bonito sector de casas para veranear, ahora era la primavera de aquel año cuando ya cumplía los 25 años. Luego de retirar la clave ingresamos a la casa. 
            Mientras ella iba al baño veía la pequeña estancia con una hermosa vista hacia la cordillera. Hacia un sector veíase una carretera de vehículos elevadores. De repente una imagen cruzó frente a mí. Eran varios de esos  vehículos, pero el de adelante era un carro mortuorio, seguro iban hacia algún cementerio y varios vehículos le acompañaban. Increíble que hasta para estos menesteres ya se usaran estos carros elevadores.
            Nunca había estado solo con una mujer, bueno era ella una joven de aspecto muy juvenil, pero su forma de actuar, al pensar era de una mujer de mas edad, era muy inteligente, perspicaz, controlaba las situaciones, eso me causaba cierto temor ya que no estaba acostumbrado a estos menesteres de caracteres tan disímiles.
            A salir del baño ella se había desprendido de su traje y ahora usaba esa blusa de satín transparente que algunas veces le viera cuando nos comunicábamos vía hológrafo. Una cadena colgaba y detrás leí un nombre: Lilith Tiamat. En su muñeca izquierda el cordón blanco-rojo aquel que usara cuando recién nos conocíamos. Ya habrían transcurrido 2 años de aquella vez en que le enviara mi mensaje.
            No puedo describir bien como fue esta primera vez que nos acariciamos, pero si se muy bien que fue ella quien iniciaba todo, ella tenía experiencia, yo nada, ella sabía todo, yo imaginaba, Al contacto de su suave piel, sentía un calor que aumentaba a medida que nuestros cuerpos se frotaban, se acariciaban. No pude evitarlo y como no me había operado de contracepción debido a que aun no me casaba y se supone de que un joven debe procrear con su novia o esposa, pero se suponía que ella sí por eso me dijo que lo haríamos normalmente y le creía .
Ella empezó a reírse y noté que su cara experimentaba una extraña cambio de fisonomía facial, era como si sus ojos se agrandaran y la deriva de sus cejas se arquearan hacia arriba, mientras una burlona sonrisa, una rara sonrisa que me pareció malévola, pero exquisitamente malvada se dirigiera a mi no como su amante, su pareja, sino como su hijo, su mascota, su perro faldero, su esclavo, como si fuera un pobre pájaro y ella una salvaje bestia que fuera a disfrutar una cena con mi vida. Pero todo eso lo obvié debido a mi edad juvenil, solamente lo analicé tiempo después cuando estaba en momentos de introspección sobre mi vida. Recuerdo que incluso su voz como que cambiaba ya no era esa dulce, enigmática y femenina voz, ; era otra mas profunda como la de una mujer madura, de carácter, incluso en un momento en que poseído por el deseo, sintiendo que  ella era ¡Mía! ¡SÍ era de mi propiedad! le metía mi mano bajo sus prendas genitales, y con ni diestra intentaba sacarle sus peto superior, me era imposible debido a mi inexperiencia y esa voz suya se convirtió en un vozarrón de risa,: ¡Ha, Ha, Ha POBRECITO NIÑO!!
NOTA. Escribo esa frase en mayúscula para tratar de expresar la fuerza de sus palabras que percibí en esos momentos.
-Ha, Ha, mi niño, no pues, yo le enseñaré, Ud. me pertenece y seré su tutora el resto de su vida! De tu vida entera, mi amor . . . ¡MÍO, MÍO, JAMÁS PODRÁS ABANDONARME! Te conozco desde antes de nacer y te destiné para mí ¡JA,JA,JA! Esa carcajada era algo que me desagradaba de ella por su profundidad en el tono.
Pero la emoción sexual, romántica, y todo eso impedía que evaluara esas palabras y el sonido de ultratumba de aquella voz que solo me parecían un vibrante efluvio de amor sexual.
Ella me hizo recostar y se retiró el peto mientras me hacia tocarle sus genitales y besarle sus hermoso, suaves, perfumados pechos, pero los mordía ¡No podía evitarlo! Me di vuelta y la tomé con fuerza para ponerla sobre la cama boca abajo y penetrarla con fiereza, pero no pude evitarlo, por mas pornografía que había visto y practicado  con las chicas de la webhappygirl para instruirme sexualmente, el efluvio de la lujuria juvenil me hizo tomarla con fuerza bruta (tal vez acicalado por esas voz guturalmente fuerte y lujuriosa que escuchara de ella momentos antes) así que con fuerza le cogí de la parte de atrás del cuello y aunque ella era mas alta lo sujeté mientras con dureza mi pene buscaba su vagina para manosearla, tratar de abrirla con mi diestra. Debo decir que era una vergüenza como me comportaba ¿y de qué me sirvieron las” relaciones sexuales“ vía hológrafo? Es que esa tecnología que se usaba en aquella época era inferior a la actual y nunca era la misma sensación que con la realidad.
De mi parte unos guturales, pero humanos sonidos emitían mi garganta y ya sobreexcitado frotaba con fuerza mi mano sobre su genitalidad.
-¡Hay! mi amor  no, no, me duele así.
Pero yo insistía y mi fuerza era tremenda, no sé de donde, pero de repente una mano que seguramente era la suya me hizo darme vuelta y encuentro su cara, su roja, muy roja cara con esas facciones casi desfiguradas que en un momento llegué a pensar eran las de un . . demonio de la antigüedad..  ., pero era solo una mujer con experiencia que debía enseñar a su torpe, bruto, estúpido "niño" cómo proceder para insertar un pene dentro de una vagina que previamente hay que lubricar manualmente y con ternura.
            Así fue ella quien empezó a mover mi mano con mucho tino de tal forma que en 3 minutos sabía cómo mover mis dedos para que sus labios fueran abriéndose suave, muy suavemente. Me impresionó que podía introducir muy bien mi mano, incluso sentía como si algo chupara de ella hacia adentro, y ese líquido suave, hasta percibí un nuevo aroma desconocido que emanaba de ahí.
            Otro instante y ella se acuesta, ahí ya todo tranquilo y procedía a efectuar lo que la naturaleza (¿Dios?) habría dispuesto ser la norma mas importante para el futuro de la humanidad: la penetración de una vagina.
            Lo encontré tan placentero, era muy intenso, ninguna masturbación se asemejaba a esto, era simplemente fabuloso.
            Pero ella, siempre ella era la que llevaba la experiencia, cuando eyaculé dentro experimentaba unos espasmos alrededor de mi pene y en el cuerpo suyo, sentía su orgasmo y como casi se ahogaba, no gemía (muy diferente a como veía los videos porno a mis girlshappys morenas. . .) y solo una cara muy fija, con un rubor facial, y empezaba ella a transpirar, mucho; al retirar mi miembro solo nos abrazamos, sin palabras, sin mas que decirnos, solo sentía que quería dormir junto a ella. . .
            Eso es lo que recuerdo de aquella mi primera vez en que sucumbí al cuerpo y ese efluvio de lujuria suya. Esa diosa/demonio de la antigüedad que se cruzó en mi camino, o mas bien que tuve la desgracia de ser elegido por ella para satisfacer su desvaríos insanos de alguna deidad demoniaca antigua.
            Cuando me acariciaba sentía una fuerza muy fuerte en sus brazos y sus manos, tal vez algo extraño sería, pero me pareció que no era normal en una mujer tan suave y delicada, incluso me pareció recordar que algún extraño bufido, gemido muy raro, algo que no había visto en ningún video pornográfico ni en ninguna de las chicas de Girlhappysgirls emitía así por su garganta, pero era tan intensa sus caricias sexuales que pensaba era algo propio de una mujer excitada al máximo, además yo estaba igual de sobreexcitado y mis recuerdos solo estaban absortos en la pasión sexual, no en el análisis mental de los detalles, eso no sucede en esos momentos de irreflexión violenta y salvaje. Pero noté que algo dentro de mí me provocaba ha efectuar una furiosa manifestación física con ella, incluso me pareció que esos sonidos guturales salidos de mi interior no eran míos, pero preferí creer que solo era la pasión amorosa que aumentó debido a la intensidad de su amor.
            Cuando mi éxtasis sexual se satisfizo, me quedé dormido a su lado, no recuerdo cuánto tiempo transcurrió, no pensaba en la horas, ni siquiera en el día, solo sé que no era sábado, entonces entre sueños sentía un leve movimiento y al despertar era el ruido subterráneo de algún sismo lejano, pero insignificante. Pero ella no se despertó, estaba tan adormilada, tan cansada, como si hubieran sido diez extenuantes días de gozo sexual y no unas horas. Tan profundamente dormía que empecé por fin a verle su cuerpo, notaba esa linda piel, suave y por primera vez percibía un aroma suyo. Miré su busto, sus pechos, luego bajé hasta sus genitales , aun rojizos por la penetración tan torpe y fuerte echa por un inexperto como yo, claro no podía hacerlo con suavidad ¡si era mi primera vez! Había sangre ¿mía, de ella, de los dos? Sus piernas hermosas y finas, las acariciaba , ahora noté mi joven ardor sexual y estaba nuevamente excitado, no podía evitarlo, pero deseaba mirarla mas y mas, era exquisita, la tocaba con suavidad para evitar ella sintiera y se despertara, estaría así unos 15 minutos y continuaba deleitándome con esa delicia física hasta que me di cuenta que ella estaba despierta.

-¡Te haces la dormida!
-ha, ha ha ¡Si! ¿Crees que no me di cuenta que despertastes? También sentí el temblor ¡JA, JA, JA! –y esa sopnrisa aprecía de ultratumba.
            Estaba en mi embriaguez amorosa, romántico, sexual; no veía nada mas del mundo, solo ella estaba en mi mente, mi cuerpo, mis pensamientos. Todos los que han vivido (¿padecido?) una relación romántica, sentimental y sexual con una persona de la cual se enamoraron, entenderán esta alienación que uno experimenta con respecto a la cordura, al resto de la sociedad. Todo es bello, todo está demás, solo hay dos seres en mundo: ella y yo. Ella y yo somos el único universo.

viernes, 10 de octubre de 2014

12. Abandonado he quedado



Mi abuela internada en una clínica de otra ciudad, mis tíos fallecidos y al comunicarme con mis primos huérfanos, percibí que no deseaban tener contacto con mi persona, como si algo presintiesen acerca de mí, tal vez percibían ese manto oscuro que me rodeaba, pero que yo no vislumbraba.
Carecía de créditos y ni siquiera era capaz de interactuar con la gente, debido a mi problema de agorafobia.
Y las únicas personas cercanas, el tío–buitre y su mujer, eran precisamente eso: unos buitres que hurtaron créditos de abuela y peor aun que, mediante triquiñuelas legales, hechas con ayuda de corruptos funcionarios legales, me quitaron el único bien material que me habían dejado mis abuelos: unos cuantos créditos para vivir holgadamente unos 5 años.
            Ahora mi abuela hacía semanas estaba fuera y ni siquiera me era permitido verla, así que desesperado por mi situación evalué (estúpidamente) llamar a la fiscalía para quejarme sobre el hurto de la propiedad que el buitre efectuaba, aprovechándose que yo era incapaz de defenderme.
Pero en todo tiempo la fiscalía es una burocracia donde la gente a cargo solo tramitaban, además faltaban mas funcionarios debido a que la mayoría de ellos estaban en el extranjero.
Envié un aviso sobre mi situación, pero el resultado fue que debía esperar.
            Esa semana terrible no hallaba qué hacer. Cuando avisaron del funeral de mis tíos allá en el Sur, el buitre y su mujer me ofrecieron que los acompañara en un viaje y así estar presente en el funeral, me resultaba dificilísimo salir, pero al final acepté. Al principio ellos irían en vehículo, un moderno carro elevador, comprado hacía un año (¿con créditos de dónde obtenidos?), pero al decirles mi decisión de acompañarlos cambiaron de planes y el viaje sería en bus, es decir debería ir al terminal, caminar entre gente desconocida, sentarme al lado de extraños, algo desagradable, intimidante para un agorafóbico, pero accedí. El viaje sería a las 10 de la mañana, pero eso 7 me despertó una llamada del buitre–tío diciéndome que solo él iría al funeral y ya estaba en viaje. . . Sabían que me resultaba imposible salir solo en un viaje a otra ciudad.
            Cuando me contacté con mis primos aceptaron respetuosamente las excusas, pero noté que les desagradó no fuera. Ellos sabían que sus padres me habían ayudado mucho económicamente y al menos esperaban fuera a despedir a ese par de seres que tanto significaron en sus vidas.
            Estaba tensionado, incluso por primera vez me olvidé de Mystysiva: ella cada vez que conversábamos solo me incitaba a que la fuera a conocer o me permitiera viniese a verme, pero le expliqué no quería eso, simplemente debido a no sentirme preparado para conocerla (no fuera a desilusionarse al ver mi baja estatura ya que me presentaba de 1 metro y 75 centímetros).
            Un día me pareció que de un vehículo bajó alguien y llamaban hacia mi casa, me pareció que la voz era la misma suya, pero mi costumbre era no salir ante nadie, salvo fuera algún servicio público (policía, ambulancia) o la gente conocida. Seguramente no era ella, además porque nunca le había dado mi dirección, solo sabía la ciudad donde habitaba ¿Cómo podría saber donde era mi casa? Ya en la noche al conectarme a ella me dijo que había llegado a mi casa para darme una sorpresa, pero no le abrí. . .¿Cómo explicarle que me causaba miedo el que se diera cuenta mido 10 cm menos de lo que le conté?
– Hello misterrssss, yo la Mystysivitassss contigo de nuevossss –me fascinaba cuando usábamos esta forma de conversar.
– Holassss amada Mystysssssss, aquí tu admirador de tussss hermosossss cabellossss mielssss.
            Por alguna razón nos quedamos en silencio. . .
–Xxxxxxsss ¿tar ahí? –no encontraba palabras para explicarle mis profundos problemas.
– Xxxxxxsss ¿porquesss no aceptaressss conocernossss?
– Nopesss Mystysivitassss, no me siento preparado, además ¿Y tu esposossss?
– ¡Cállate ya y deja esas ideas! –el tono violento con que expuso esto me causó miedo.
– Pero Mystysiva debes darte cuenta. . .
– ¡Basta! Hasta cuándo vas a estar sin aceptar mi ayuda, debes entender que estas SOLO, SOLO TOTAL Xxxxxxxx Xxxxxxx Xxxxx Xxxxxxx! –gritaba mi nombre completo y su voz adquiría un tono que no conocía de violencia y autoritarismo.
– No, nop, no estoy solo pues tengo a donde irme. . .
– ¿Así y con quiénes? –me extrañó usase el plural como si supiera mis pensamientos.
– Espero irme con mis primos al Sur, me he comunicado con ellos, aunque en estos momentos están aun adoloridos por la muerte de mis tíos.
– Y crees que ellos aceptarán te vayas a vivir allá ¿No te das cuenta que ellos pueden opinar diferente Xxxxxxxx Xxxxx?
            La triste verdad es que ella tenía razón.
            Mi tíos fueron sepultados y al funeral concurrieron sus familiares de allá, pero no fui capaz de salir abordar un bus y acompañarlos. El buitre miserable tío no quiso lo acompañara.
            Con Mystysiva tendría mucha confianza, pero no me atrevía a contarle todos mis problemas, siempre hay cosas que uno debe guardarse por el orgullo propio de esa edad, no quería que ella pensara era un fracasado, aunque sí lo era (y al momento de escribir esto siento que lo he sido y seré hasta mi muerte)
– Dimesss ¿cuando me dejasss te vaya a ver? –ahora con esa voz tan, pero tan hermosa, tierna y seductora, con esos lindos ojos que se posesionabn sobre los míos– recuerda que tú me necesitasss en estosss tristes momentosss.
–Mystysivitasss no causarte problemassss porque. . . –no encontraba palabras para conversar, solo pensaba en mi abuela encerrada en una clínica psiquiátrica y la terrible muerte de mis tíos, además iniciaba a darme cuenta que ¡carezco de créditos para mi manutención!
–¡No seas estúpido! la próxima vez que vaya a tu casa deberás abrirme ¿verdad amor mío? –la parte final la entendí como una amenaza.
–Pero Mystysiva debes entender que me cuesta estar con la gente. . .
–¡Basta! Ahora unos besitos espumosos en tu boca –mientras se acercaba a besarme con ese dulce aliento suyo, usando el hológrafo por supuesto.
Al desconectarnos me sentía mal, mi mente y mis sentidos estaban mal, como si me hubieran golpeado y no me doy cuenta aun. Estoy solo, muy solo en esta casa que durante los últimos años viviera con abuela, no hallaba qué hacer y mas aun que el terror de ser abandonado era TERRIBLE.
            ¿Qué podría hacer? ¿Acaso seré capaz de trabajar junto a la gente? No, no puedo, siento una sensación de miedo, terror al estar al lado de otras personas desconocidas. Me adviene intranquilidad, desconcentración y me acaece el rubor facial y ganas de salir arrancando. Además quería saber sobre la situación de abuela.
            Al día siguiente, cuando el tío y su mujer, ambos buitres se presentan con los poquísimos comestibles, le indagaba sobre abuela:
–¡Quiero saber dónde está, necesito irla a ver!
–¡NO, no y no! El médico dice que podrías provocarle algún desbarajuste emocional.
–Pero entonces me quedaré en esta casa.
–Sobrino mira la casa se arrienda, pero a ti te arrendaremos otra mas pequeña que esta.
–Pero abuelos dijéronme que en el testamento esos créditos serían de libre disponibilidad para mí.
–Sí, pero ahora debes entender que los gastos médicos de abuela son caros y nosotros carecemos de esos créditos para su hogar ya que donde vive, es muy lujoso –expresa el buitre.
–Pero no te preocupes porque tu tío te ha prometido proveerte ayuda médica para que puedas superar tus miedos y estudiar lo que tanto anhelabas, era publicista, ¿verdad? –expresa la buitre.
–¡No, era leyes! –mientras mi cara la tengo color rojo de rabia.
–Bueno, pero ahora debo decirte que con mi esposa hemos decidido pagar una clínica donde estarás en tratamiento por algún tiempo.
–¿Y después?
–Cuando te mejores volverás a esta casa que continuaremos arrendando con lo que nos sobre de tus créditos ¿no me crees sobrino?
–¡Entonces usen mis créditos! ¿qué esperan? –con la ira que me aumenta al cada vez que cruzo palabras con esos buitres.
–Es que tu tío necesita tu firma para administrar esos créditos–vuelve a decir la mujer deste mal nacido mientras intentan robar lo que no les fue entregado a ellos.
–La próxima semana sobrino iremos a una notaría a firmarme unos documentos, solo son una nimiedad para administrarte esos créditos para pagar el hogar de abuela ¿te parece la idea?
–Y si no quiero.
–Mira Xxxxxxxx Xxxxx –expresa la buitre esposa– debieras dar gracias a tu tío por ser quien se preocupaba tanto por tu abuela y por tí, no sé qué habrías hecho si no estuviera tu tío querido ¿Acaso habrías sido tú quién saldría a comprar las cosas, pagar las cuentas, efectuar trámites para la casa?
            Esta asertiva aseveración me descolocó y tenían razón estos malditos: no fui capaz de cuidar de abuela, ya que vivía escondido en casa, incluso a expensas de ella. Ahora no tenía opción, porque cuando se está solo, sin apoyo, uno se demuestra incapaz para defender lo suyo, como esos créditos que debiera haber administrado personalmente, pero estos iba a parar a los bolsillos del buitre–tío, el cual ahora la tenía + fácil al obtener mi firma para quedarse con ellos usando la excusa de pagar por la mantención de abuela en un asilo de supuesto "lujo".
            Un día llegaron los dos conduciendo el vehículo elevador y por primera vez en mi vida subí a uno de estos carros. El viaje de 20 m. me distrajo mucho y me fascinaba viajar así a diez metros de la superficie en vez de aquellos carros con tracción a tierra. Creo que nunca olvidaré este viaje, a pesar de la incomodidad de viajar con esos miserables.
En la notaría hube firmar el delegar todo en el buitre–tío quién días mas tarde me dijo que me ingresarían en un hospital psiquiátrico privado para "ayudarme a sanar", pero este era otro de esos asquerosos lugares donde eran enviados los abandonados y ancianos sin familias que los cuidaran y que recibían buenas subvenciones estatales que solo servían para que "engordaran" los dueños a expensas de la deficiente atención de los necesitados.
            Me habían dado una fecha para prepararme a mi salida, sería en dos semanas mas, así que solo esos días tendría para ingresar en aquella cárcel de por vida.
            En esos momentos necesité tanto a Mystysiva, muchísimo, es mas pensé en decirle: está bien préstame créditos para mantenerme, iré a verte, vendrás conmigo, pero algo extraño acaeció: ella dejó de responder, incluso la contactaba y no respondía. Un día recibí una notificación de él. . .su esposo en la cual me conminaba muy educada, pero agresivamente a no llamarla mas por ningún medio ¡La habían pillado comunicándose conmigo!
            Y aquí siento que empecé a crecer ¿por qué digo esto? al darme cuenta que ella tenía dueño. . .
            Creo que fue un golpe lo que sentí, además noté que mi conexión a la web había sido atacada, seguramente el marido suyo fue el culpable y qué podía hacer? ¿acaso iría a estampar la demanda a las autoridades por esto? Era INCAPAZ de comunicarme con extraños.
            Por segunda vez mi amor Mystysiva desaparecía de mi vida. Solo que ahora estaba además sufriendo el abandono terrible de abuela y mis tíos del Sur que siempre velaron por nosotros, carecía de gente que me apoyaran.
            ¡Estoy solo, abandonado!
            Así estos tristes días transcurren con mucho miedo, desorden emocional, esperando el traslado a esa "clínica de salud mental" que  no es mas que un hospital para esconder a los dementes.
            Faltaban dos días y ya ni siquiera me compraban alimentos, así que con unos pobres créditos decido salir para adquirir algo de comida.
             Además ¡tengo hambre! ¡No tengo alimentos! Así que usando fuerza de voluntad me preparo a salir y usando unos pocos créditos que me dejaran mis tíos del sur salgo al pequeño negocio de algún cercano sector a comprar pan y queso, pero al volver me siento mal, muy mal y me adviene una especie de crisis neurótica, que no puedo (¿o no quería?) controlar.
            Cerca de casa un par de individuos, uno de ellos es aquel que ingresara a casa con el tío–buitre aquella noche cuando abuela se descontroló y procedieron a llevársela. Conversaban en la puerta de una de las casas y al verme este expresa al otro algo que me pareció era así:
–Este es el nieto demente de esa esquizofrénica vieja que se llevaron, están los dos iguales.
            Al escuchar ese comentario sentí que este maldito vecino refería algo desagradable, aunque tal vez solo era mi mente asustadiza, pero no hallaba qué hacer.
            Lanzo los bolsos al piso y cojo piedras ¡Sí! siento rabia, ira , impotencia, miedo, así que empiezo a buscar a mi enemigo imaginario ¿Quiénes son? ¡ellos! los vecinos ¡malditos vecinos, ellos son mi enemigo!
            Aquí la mente está en blanco y solo recuerdo que inicié lanzar a los techos y jardines piedras pequeñas y al final recogía unas grandes camotes del porte de un puño y lanzábalas contra ellos; no eran vecinos de mi casa, estaban a unos cien metros antes de mi vivienda. Solo sé que sentí alguien vociferar, niños chillando, insultos, mujeres enojadas y finalmente un puño o algo así me tendió al piso. Recuerdo que me sentí como tranquilo al caer, como si dijera "Ha terminado todo, por fin soy libre".
            Pero ¿libre de qué? Un carro policial terrestre se estaciona y luego una ambulancia que era de esas nuevas elevadoras, se posa sobre el grupo de personas que están a ahí con el infernal vecino demente y algo preguntaban:
–¿Qué edad tiene? –pregunta el enfermero los demás.
–Entre 12 o 15 –responde alguien.
–Yo se quien es él: vivía con su abuela, la loca de mas allá –comenta un educado "vecino".
–Si, era esa vieja que pasaba farfullando sobre demonios y esas cosas –responde una joven “amable”.
–De seguro él también está demente. –expresa una dama “inteligente”.
–Joven dígame ¿sabe cómo se llama? –me pregunta la enfermera paramédico.
–Asistente, parece que tiene problemas motrices –al darse cuenta que no muevo mis brazos.
–Vea sus ojos –responde la hermosa paramédico morena de lindo talle y ojos oscuros.
            De esto sí me acuerdo, era como si esa paramédico fuera lo único lindo que recordare de aquella grotesca escena.
            Escuché un policía llamaba al miserable tío buitre y algo me inyectaron, luego me ingresaron en la ambulancia, adentro me instalaron en la camilla y noté mis manos amarradas con unas suaves cadenas de cuero. Parece que despertaba porque la linda morena me decía: "No se preocupe, ya llegará su tío, ahora lo llevaremos a la clínica para efectuarle exámenes".
            –¿Para qué exámenes si estoy bien?
            Solo recuerdo que me dormí y me despierto cuando bajo de la ambulancia. El ambiente de mucho movimiento en aquel centro de salud, con vehículos que iban y vienen, gente de todo tipo, que transita a esas horas del atardecer me abrieron el ánimo. Era como si hubiera salido de esa oscura calle donde viviera encerrado con mis problemas. Después de tenerme varios minutos esperando, me ingresaron a una pequeña habitación junto a la cual había otra que era el baño. La hermosa enfermera de lindos ojos negros y azabache cabellera se acerca y me dice:       
            –Mira niño, ahora estas en buenas manos y deberás pasar la noche en este lugar, mañana te dirán los resultados de la evaluación. Que te vaya bien.
            Así al encontrarme allí hube de pasar la noche en aquel cómodo y privado aposento. Habían dejado un pijama y otras ropas, pero preferí solo tenderme. En la mañana bien temprano se presentan una médico, un psicoanalista y una enfermera para conversar mi situación. Ellos notaron mi incapacidad para hablar con extraños, así que estaban prevenidos.
            Los expertos en asuntos médicos discuten cada caso que llega a este selecta clínica estatal:         
            –¿Qué haremos con el nieto? si tuviera una terapia podría sanarse e ir a trabajar, necesitamos a todos en esta situación de guerra –comenta el asistente social.
            –Él debe ser tratado para ver si puede interactuar con la sociedad –aduce un psicólogo.
            –Solo sufre de rubor facial y agorafobia –expresa una médico de unos 60 años.
            –Será muy fácil su tratamiento, al incorporarse tendremos a alguien sano y que ayudará en estos momentos difíciles –repite el asistente social.
            –Pero ¿serán realmente esos sus problemas? Es decir podría haber algo mas –expresa otro facultativo dudoso.
            –Mira cuántos hemos rahabilitado, la proporción es de 95 en 100 –expresa la médico.
            –Además él puede ser un excelente administrador ya que posee facilidad para las matemáticas –comenta el asistente social revisando la pantalla con mis notas de secundaria.
            Así la junta médica resolvió internarme. Aquella misma mañana me comunican la decisión.
            –Buenos días ¿el joven Xxxxxxxx? Está usted aquí porque ha sufrido un ataque de nervios. No se preocupe, no está loco, sabemos de su problema de agorafobia –expresaba la adusta médico psiquiatra.
            –No tengo con qué pagar este lugar.
            –No diga estupideces, esto ya está pagado –aduce otro facultativo médico.
            –Mi tío dice que me internarán en el hospital de. . .
            –¡No diga mas! –parece que a los médicos y enfermeros de este centro público les molestó el solo escuchar el nombre de aquel antro privado de "ayuda mental”– usted no irá a ese lugar. Aquí recibirá tratamiento hasta por un año si es necesario y no preocuparse, todo está pagado.
            –¿Me va a decir que este será mi hogar?
            –No por mucho tiempo, solo que usted será evaluado médicamente y con terapias que esperamos le ayuden a superar esos problemas de agorafobia y rubor facial, tenemos medicinas ADN muy efectivas.
            –No creo logre vivir entre la gente, vea Usted que ataqué a gente solo por una palabra inconveniente.
            –No se preocupe, tenemos el reporte policial y su historia. Usted ha sido un ejemplo al atender a su abuela durante tantos años, a pesar de sus problemas.
            –¿Mi tío les habló de mí?
            –No, él no debe interferir con el tratamiento hacia Usted. Mas tarde podrá contactarse con él.
            –¿Que insinúa señora doctora?
            –No ha sido una buena ayuda para usted y su abuela, por ello hemos decidido que usted estará bien lejos de él.
            Por alguna razón se me ocurrió que ellos sabían mas de mí que lo necesario y al tiro me preguntaba ¿tendrá algo que ver ella, Mystysiva?
            –Pero ¿y mis cosas? están en la casa.
            –No se preocupe lo acompañaremos a buscarlas; si carece de un lugar para guardarlas, aquí tiene donde dejarlas.
            No podía creer tantas buenas intensiones por parte de estos funcionarios estatales para ayudar a un simple ciudadano abandonado, pero era la política de la época: cada persona vale mucho en el estado de guerra que hay y mas aun que un cuarto de la población del país está comprometida en el extranjero, así invertir en ayudar a una persona, la inversión es devuelta con creces si esta trabaja por la sociedad. Esto es algo que nunca olvidaré y me hace sentirme orgulloso de nuestra política de salud, de educación, económica de aquellos años.
            Dos días mas tarde hube de ir con el tío–buitre y personal de la clínica a retirar mis humildes cosas de casa, aquella la última donde habité con mi abuela. El maldito buitre lo encontré muy callado y hasta con miedo. Como si entendiera ahora que otras personas cuidarían de mí y quisiera no hablara de todos los robos de créditos que efectuó contra su madre y la  venta de la única propiedad que me habían dejado. Pero nada dije, me callé.
            –¿Y qué pasó con los muebles tío?
            –Lo que sucede sobrino es que hemos comenzado a venderlos porque debemos entregar la casa.
            –¿Y no esperó Usted a que los revisara? Recuerde que yo vivía con los abuelos.
            –Perdón sobrino, es que se me fue, con tantos problemas habidos, la muerte de mi madre, y mi querido hermano, realmente cometo torpezas, perdone Usted.
            El miserable ahora hablaba muy bajito, sin levantar la voz, adoptando una postura de persona buena y honesta, seguramente por estar presente el funcionario médico que me acompañaba.
            –Entonces me voy a quedar estos dos días para embalar mis cosas y las mías me las llevaré, las de los abuelos se quedará Usted con ellas.
            –Por supuesto sobrino, lo que usted diga.
            Así me quedé esos últimos días solo revisando y retirando las pertenencias mías, las cuales se confundían con las de mis abuelos y mis desconocidos padres.
            Al ver la casa en soledad, este mi último hogar en al vida junto a los únicos seres que me criaron, me sentí triste. Mi tío de Sur y su esposa, quienes también fueron mi apoyo, también estaban desaparecidos. Solo me quedaba Mystysiva y ahora ese nuevo hogar donde estaría unos meses para sanarme de mi problema.
            No sé porqué no quería irme, quisiera haberme quedado varios meses o años mas en este lugar, cuidando esos viejos muebles, esas cosas sin valor, pero para mí representaban el apego
Escuchaba unas viejas canciones que tanto agradaban a mis abuelos. Una era una melodía de alguna viejísima película de hacía casi 100 años, llamada Sahara, aparecía una bonita actriz llamada Brooke. Otra era una vieja canción de cuando mis abuelos se conocieron, varias, melodías de la época de mis padres con esos sonidos impresionantes producidos por esos novísimos instrumentos musicales.
            Al escucharlas sentía como si estuvieran vivos, como si nunca se hubiera ido.
            –¡Están aquí abuelos! ¡Abuelo, abuela! ¡papá, mamá! ¿Dónde habéis estado?
            Pero ellos ya no estaban. . . mi mente elucubraba pensamientos tristes al darme cuenta que la gente que me cuidaban les iba mal en esta vida: padres fallecidos, abuelos desaparecidos, tío del Sur fallecido.
            Pero quedaba ella, Mystysiva, mi linda Mystysiva. Pero ahora no podía contactarla.
            Serían aproximadamente la medianoche y mientras dormía, el comunicador me despertó. Pensé era el tío–buitre porque este número es tan personal que solo ellos y mis familiares del Sur lo conocía, pero escuché su voz. . .¡Mystysiva!
            –Xxxxxxssss ¿estar ahissssss? –era la dulce voz de Mystysiva que volvía por mí.
            –Sip, tar aquí Mystysivitassss.
            –Echarte mucho de menossss amor mío.
            –¿Y tu esposo? Me amenazó enviándome mensaje, además atacó mi centro de mensajes.
            –Ya no preocupes porque ahora tu Mystysiva está contigo.
            –Pero nunca había recibido un mensaje tan directo de él.
            El volverlo a mencionar parecía que iba a enfurecerla, pero. . .entendió que no bastaba callarme cuando me refería a él.
            –No te preocupes, él está ahora trabajando en el hospital.
            –Ya veo, es decir partirá al exterior.
            –Sí, lo preparan para el Ejército.
            –Ya entiendo ¿por qué no aceptó el cargo de la cátedra de ciencias? Tú me dices que él posee un CI más alto que el promedio.
            –No sep, decirme él que la vida no es solo prestigio y dinero. ¿Sabes? de ahí partirá al exterior, es que algo extraño ha estado estos últimos meses.
            –Tal vez se. . .se dio cuenta que no lo quieres. . .creo que debiéramos terminar esta romántica y online comunicaci. . . –me interrumpe la frase.
            –¡Basta! ¡Esto ser solo entre tu y yop, es nuestro mundo privado Xxxxxxssssss, solo nuestro mundo ¿entendisteis? –ahora su voz era altanera y dominante.
            –Es que tal vez soy el culpable de que se enrole en el Ejército.
            –Sip, pero ser mejor ¿verdad amor? Y ahora que te enviarán a la capital para tu tratamiento, por fin estaremos cerca –se me había olvidado que el sanatorio al cual me destinaron estaba en la misma ciudad donde ella vivía.
            –Mystysivitassss. . .
            –Dime Xxxxxxsss
            –Tal vez no sea prudente. . .porque tu esposo es tu marido. . . –no hallaba como decirle que me parecía inmoral estar con una mujer casada, aunque estuviera profundamente enamorado de ella. Además un agorafóbico huye de cualquier posible problema con otras personas.
            ¿Se imaginan Uds. mi incapacidad para enfrentarlo si él se acercara a exigirme explicaciones?
            –¡De nuevo con eso! –parecía que iba a estallar de nuevo, pero sosegó su carácter –No preocuparte, muy bien estaremos, así es la vida que nos unirá ¿acaso prefieres que me vaya muy, pero muyyyy lejosss? –sabía que la anhelo tanto cerca mío.
            –No amada Mystyssss, te necesito tanto, tanto, ya mi estabilidad mental empieza a decaer.
            –Ya lo sé amor míosss, por eso estuvo bien que aceptaras ese internamiento para terapia.
            –Mytsysiva.
            –Dime niño.
            –¿Cómo sabes que me internaré? No te he contado nada.
            –Xxxxxxssss, todo lo sé de tí. Ahora continúa tu sueño, porque ansío tu llegada a mi ciudad ¡Por fin estaremos tan cerca! Hasta pronto amor mío.
            Se despidió raudamente como si no quisiera darme explicaciones a mi pregunta.
            Esta noche ella me contactó por última vez a este mi hogar. Dormí tan bien, pero en la madrugada un sueño de esos que odio me mostraba enigmáticas imágenes: gente caminaba, como si no supieran lo que sucedería, trataba de hablarles, advertirles de algún peligro, aunque ellos seguían su camino, les decía: ¡Escúchenme, deténganse por favor, el peligro ha llegado! Pero solo una persona se acercó enojada y me dijo: “¡Apártate, tú eres el peligro!”.
            Dos días mas tarde viajé con otras personas a esa exclusiva clínica estatal donde pasaría mis días.