jueves, 31 de diciembre de 2015

24. Mi espada sumeria



            Ese jueves de febrero ella llegó sin avisarme; me encuentra descansando mientras bebía la tercera botella de ron, mi bebida favorita. Estaba algo mareado, esos momentos que tú puedes explayarte de cualquier asunto, incluso íntimo y mas tarde no lo recordarás.
            —¿De nuevo bebiendo Xaxxxx mío? —mientras depositaba en la cama una hermosa caja, muy bien forrada.
            —¿Que es eso Mystysiva?
            —Revisala, es mi regalo.
            Al abrir la hermosa caja roja de grafito de unos 150 centímetros de largo, forrada con aquel esmalte poroso tipo tela veo una impresionante espada, es una réplica de alguna antigua arma.
            —¿Y estosss de dóndesss lo sacasteis amorsss miosss?
            —Es una réplicasss de una espadasss amorsss míosss.
            —Si lo he notado, pero ¿es muy cara?
            —No te procupesss, me salió a bajo preciosss, ademásss tengo mi dinerosss propiosss.
            —Pero ¿por qué me das este regalo? —antes debiera haber dado las gracias, pero era torpe para conversar.
            —Tú sabes que me gustan las naves aéreas —¡Qué torpe soy para conversar!
            —Es antigua, la has visto antes.
            —Si parece una espada de hace 3.500 años, esa cultura es ¿hitita?
            —¡NO! Es sumeria amor ¿que no te gustaba la historia? Mira los caracteres que lleva en su hoja.
            Me extrañó que supiera tanto de esas diferencias de culturas antiguas.
            —Eso no es sumerio amor, esa aquella cultura parecido'0eiquela pero anterior, fue desaparecida de la historia, pero en esas épocas puedes encontrar restos de esos tiempos ya que . .
            Aquí algo comenzó a impacientarme y vi a mi amor sentada en la cama cruzadas las hermosas piernas mientras se cambiaba sus medias se detuvo y me miraba, sus ojos brillaban.
            —Vaya amorsss, te acuerdas de esas épocas ¿verdad?
            Y ahí me di cuenta de algo ¿qué mierdas estoy  hablando? Es como si de repente algo dentro de mí empezara a balbucear, pero no era simples balbuceos, eran frases rápidas y correctamente pronunciadas en mi idioma español ¿fue en este idioma o en otro? ¡Pero si solo sé hablar este! Pero parecía que era en otra lengua.
            —¿Ves Xxxxxx? Ahora estás comenzando a recordar.
            —Ha, ha, haaaaa, sipsss, algo me pasa Mystysisvitasss —mientras algo mareado sostenía la hermosa espada metálica.
            Ella se me acercó y me sentó en la cama, alcanzo a recordar que empezó a balbucear algunas extrañas frases, eso era algo habitual en ella, claro que como un simple jugueteo, incluso erótico, pero ahora me pareció algo extraño.
            Creo que me dormí, talvez el exceso de ron. Mientras ella tomaba mi cabeza y me daba sus rum, rum, rum, mientras mordía suavemente mis orejas, como queriendo activar alguna parte de mi mapa de sensaciones heredadas de mis desconocidos ancestros.

            —¡Maten malditos, maten a todos, asesínenlos!
            —¡Solo son cuerpos sin vida! ¡Yo, yo el victorioso termino tu vida!
            Miré y he aquí que el campo estaba repleto de muertos, asesinados y heridos. Nuestra gente comenzaba a masacrar a los heridos. Pero un oficial jefe se acerca a los nuestros y nos ordena algo inusual:
            —Id y cavar fosas grandes, para enterrar en ellas a los nuestros y a ellos.
            —Pero a los nuestros solamente eminencia —era un comandante que le pareció abyecta la orden de cavar para enterrar al enemigo odiado.
            —¡No! Serán ellos y los nuestros, todos juntos en la misma muerte.
            El clamor de la desobediencia comenzó inmediatamente.
            —No debemos  mezclar a los nuestros con ellos, es blasfemia gran señor —interpelaba y explicaba el soldado comandante representando la objeción de conciencia de sus soldados.
            —Ahora no será blasfemia, porque ellos y nosotros tenemos el mismo destino “sagrado”.
            Esa última palabra les pareció algo aberrante al equiparar al enemigo como si fueran igual que nuestra noble gente. La voz  se corría rápidamente por este campo con aroma a muerte, y mas aun ante el sacrilegio de enterrar a los malditos con nuestros nobles ciudadanos.
            —¡Pero si somos diferentes! Su dios no es el nuestro.
            —¡Obedeceréis! Se los suplico por nuestro rey y nuestro dios.
            —No habrá obediencia a usted magnánimo príncipe, ha pasado el límite de la corrección.
            —No hay alternativa, la orden me fue dada del mismo rey y de nuestro santo sacerdote.

martes, 17 de noviembre de 2015

23. La mas hermosa



Durante el entrenamiento para la sección de SAT hube compartir clases con el hermano de Ámbar, quien ostentaba ya el título de oficial de naves en especialidad de submarinas. No pensé que accedería a postergar su anhelo por ser tripulante de elevadoras, pero él, a diferencia mía, debía responder ante su familia, su hermano mayor que ya era oficial de grado mayo y sería mal visto que su hermanito pequeño no se sacrificara siendo tripulante de estas naves de superficie o submarinas, tan miradas en menos ante la invasión de las tecnológicamente modernas (y hermosas) elevadoras suborbitales.
            Ámbar había crecido y de hecho medía 10 cm. mas de mí y tenía novia, si porque toda chica debe tener un novio o novia en su caso. No sé por qué razón como si en su familia me acusaran de haber sido el causante de algo malo contra ella, pero ¿qué culpa tengo de que mi destino no haya sido con esa bella y delgada Ámbar? Yo tengo mi amor y jamás sucedió nada con Ámbar ¿por qué entonces me culparían a mí de algo? Si ella ahora estaba con una chica es que simplemente a esa edad aun no se es estable en las relaciones sentimentales, y elecciones sexuales.
Pero no era mi culpa.
            Mystysiva cuando lo supo se alegró. Reía a carcajadas y ahí me dí cuenta de algo: ODIABA a esa gente, por ello preferí no contarle que su hermano era compañero mío en las clases sobre tecnología SAT, pero el muy ingenuo aun no comprendía que ella TODO lo sabía de mí.
            –Así que a la trusssasss 1 gustarlesss las mismasss ¿ves Xxxxxxxsss? Esa no era para usted –y lo decía con un indisimulado desprecio.
            –Así será, pero ella es una linda persona y tú debes aprender a respetar –mi tono era desagradable.
            –A ver ¿qué insinúas? ¿que soy una miserable, una malvada bruja despreciativa? –ella era astuta y ahora se victimizaba.
            ­–Amorsss tuss debes a mísss ser lo que eresss y yo ser tuyasss por siempresss ¿acaso no amarmesss como yo adorartesss? –si Uds. escucharan su hermosa voz al pronunciar sus frases se estremecerían de emoción.
            –Mmm ¿tienes razón Mystysiva.
            –Rummm, rummm, rummm –ese sonido y besos suyos eran un elixir de vida y me olvidaba de cualquier advertencia que tuviera de ella.
            –Dime amor ¿alguna novedad en tus clase? –parece que sabía que necesitaba una compañera para una recepción.
            –Debo ir a esa estúpida fiesta y necesito una compañera, si no allá encontraré una, pero no soy atractivo por mi baja estatura.
            –Amor estoy lista, dime el día –parecía ser mi esposa.
            –Pero no creo sea conveniente seas tú acuérdate eres casada.
            En esa época como estaba algo mayor empezaba a abrigar la malvada idea de que ella se separara de su esposo.
            –¿Y crees eso importa? ¡Para nada! Te lo aseguro.
            –Entonces sería el viernes a las 20.

            Alcanzo a recordar aquella recepción de profesores, oficiales y estudiantes; debíamos llevar una pareja o si no allá encontraríamos una.
            Yo iba con Mystysiva. Vestía un vestido de época, es que además ella demostraba un excelente buen gusto, diríase  que era su propia diseñadora. Estaba muy linda con su hermosa mirada ¡esos ojos! ¡Esos lindos ojos insinuantes! maléficos y dominantes. Sentía algo de vergüenza al tener de compañera a una hermosa mujer, y empecé a notar que me miraban diferente. Ella estaba cambiando su fisonomía, no era esa apariencia de hermosa lolita quinceañera, ahora era una bella, joven mujer de la edad de los veinte, esa época en que las mujeres son muy bonitas, pero tontas emocionalmente.
            Al verla algunos de los presentes conversaban:
            –Cómo conseguiría este enano esa tremenda mujer –algún admirador anónimo de ella.
            –Se ve que la estúpida está enamorada de él –otro miserable.
            –Mira, ahí llegar el Andrés y su hermanasss Milashka y Ámbarsss.
            –Qué elegantesss y suavesss es Ámbar –mientras suspiraba imaginando que fuera su compañera.
            –Síp, pero a ella gustarlesss mismasss.
            –¿Trussaaa? ¡Terriblesss!


            NOTAS.
                        1  trussa es una palabra despectiva para referirse a una persona de inclinación lésbica.


Mi 17 Sept. a 12 horas UTC.

martes, 27 de octubre de 2015

22. Arriba en el aire está mi vida



            Aquella mañana ingresé a la sección administrativa para evaluar mi solicitud ya que no me aceptaron como tripulante de elevadoras en las diversas ramas de la milicia, así que intenté nuevamente por si ahora me aprobaban, pero mi baja estatura era mi debilidad.
            Veamos cadete, usted insiste en ser tripulante de elevadoras.
            Quiero ser artillero o mecánico en una elevadora, o lo que sea.
            Ya veo, usted anhela volar en las elevadoras -con una sonrisa de aquel que es tripulante de estas naves y que sabe que a los jóvenes nos fascinaban esas funciones.
            Sí señor, son el futuro.
            Pero usted debe comprender que físicamente, bueno, no estoy diciendo que su baja estatura le impida ser destinado a una elevadora -muy cordial, pero torpemente trataba de justificar que en la milicia y mas aun los "privilegiados" tripulantes de elevadoras detestan a la gente baja-, pero debe tener otras aptitudes como una muy buena salud y ya que usted sufrió asma, entonces puede ser mas apropiado que se prepare un par de años mas en entrenamientos diferenciales ya que. . . .
            Y el blá, blá, blá continuaba con este individuo.
            “¡Solo es basura! ¡Estoy harto de tantas objeciones de miserables babosos como ustedes que no me dejan ser tripulante de una elevadora!” –así con ese pensamiento me sentía en esta burocrática oficina.
            Además en esas naves su rango será de sargento o cabo, mientras que en administraciones, comunicaciones, inteligencia, SAT sería oficial, posee muy buenas calificaciones para ello.
            –Sé todo eso, pero aun así pido ingresar como aspirante a tripulación de elevadoras.
            ¿Está seguro de eso?
            Sí señor, me gustan las naves aéreas.
            ¿Sabe mi amigo? Le daré dos meses mas de descanso si decide por la marina ¿qué le parece? Y con su capacidad seguro aprueba el curso de oficiales, estoy seguro.
            Ya estoy decidido señor y quiero la elevadoras y mi bajo rango.
            Muy bien, entonces será destinado a entrenamiento para personal de esas naves y solo tendrá un mes descansando ¡Ah!, pero será aspirante en la sección de la marina. Lo cupos en el Ejército y el arma aérea ya no quedan.
            ¿La marina?
            Si cadete, en la marina con las nuevas naves que están siendo construidas para ellos.
            Gracias señor  estoy feliz, sí me sentía.
            Si hubiera tenido mas edad habría dudado de esta "oferta" como tripulante de esas naves porque aquellas épocas la marina carecía de gente como tripulación para las naves de superficie y submarinas, ya que la mayor parte del personal lo absorbía la infantería de marina y el personal adjunto a ellos, así que una forma "ingeniosa" de traer personal era esta tentadora oferta de prepararte para tripular una elevadora, pero posteriormente te destinaban a las otras naves. Y eso sucedió en mi caso, pero además no imaginaba que detrás de esta destinación estaba ella, mi grande amor que odiaba fuera tripulante de cualquier nave aérea de alto vuelo.
            Debido al incidente de ella con Milashka no volví a recibir comunicación con nadie de esa familia, alguien me dijo que a Ámbar le habían prohibido invitarme a cualquier lugar o evento, no querían nada conmigo.
            En esos días ya me pagaban un sueldo en créditos que para un soltero era un milagro, imaginad que de ser un pobre mantenido por mis abuelos y después terminar en un clínica pagada por el Estado, al mes de egresar como cadete de instrucción primaria ya me pagaban como si fuera un soldado activo. Pero estos métodos eran necesarios para atraer a mas jóvenes (y no tan jóvenes) y mantenerlos con la moral bien puesta en la guerra y su futuro económico claro está. Por ello arrendé por primera vez en mi vida una pequeña casa solo ya que no me acostumbraba a vivir en hostales, hoteles o lugares menos privados. Era antigua, talvez unos 70 años. Incluso esta casa carecía muchos adelantos. El acceso a la red aun usaba cable ¡UN VIEJO CABLE de fibra óptica! Dos pisos, un baño, cocina, estar abajo y una sola habitación arriba. No sé porqué estas casas antiguas me atraían tanto, mas que la modernas.
            Un día hice un viaje al Norte a ver a mi antigua amiga Berny (alias Teendi) ya que a ella le había entregado unos maceteros que contenían unas plantitas que cuidaba junto a mis abuelos. Ya no me quedaban cosas de ellos porque aquel sinvergüenza tío extrajo de casa de mis abuelos todo lo que pudo y lo vendió. Ni siquiera recuerdos personales me dejó. Parecía que lo hizo adrede él y su perra mujer. Pero esta amiga dejó hacía meses de comunicarse y en la casa que habitara otra gente vivía. Pero al menos traje 2 maceteros que instalé en mi nueva vivienda.
            ¿Y qué importan unos estúpidos maceteros con plantas? Que me traen recuerdos de mis abuelos y mis padres, porque uno de ellos fue plantado por mis progenitores, a quienes no conocí.
            Esa misma noche recibí la imprevista visita de Mystysiva y me extrañó porque la esperaba semana siguiente.
¡Xxxxxx qué hicisteis!
¿Hacer qué?
Te habían destinado como oficial ¡y tú decidisteis elegir un rango de soldado!
Pero Mysty: ¡es una nave elevadora! ¿no entiendes lo mucho que me gustan esas máquinas?
¡No me agrada eso! Además ellos siempre están en el extranjero.
Y ¿cómo sabes lo que elegí? Aun no te lo he dicho.
Todo lo sé amor mío -mientras esa mirada fija y que me producía miedo me auscultaba mis emociones.
            Como otras veces para evitar discutir con ella empecé a besarla y acariciarle sus partes íntimas, en esto fui un experto, pero noté su frialdad, ella no quería sexo en esos momentos.
            Me tendí a su lado y ella callada, noté que empezaba a caer lágrimas de su ojos. Era muy extraño esto porque Mystysiva no era de llorar, si ella quería algo de mí solo me lo imponía y yo obedecía como un cordero.
¿Por qué te gustan tanto esas naves? No sería mejor que fueras de esas secciones donde serás oficial en vez de un rango inferior.
            No contestaba, pero besaba sus lágrimas.
–¿Amor no te gustaría la política? Sabes que como oficial podrías llegar mas lejos, en diez años podrías ser incluso coronel o esos rangos que se usan, ¿te gustaría Amor mío?
            Nuevamente ella auscultaba mi corazón, mi mente, emociones, mis ocultos sentimientos.
Si fuera oficial igual podrían enviarme a zona de guerra y ya vez cono mueren mas en las campañas por tierra que siendo tripulantes de elevadoras.
No mi amor, estoy segurísima que nada te pasará en tierra  ni en el agua, pero si vas en el aire. . .
¿Y por qué habría sucederme algo en el aire? A ver dímelo tú la sabia.
Ahí mi santo Patricio no podría ayudarte.
–Ha, ha,haaa, Mystysivitassss y tu santitoossss.
–No te burles Amor, ya debes intuir que sin mi quizás dónde estarías.
            Aquí mi risa acabó y entendí una realidad: ella era mi razón de vivir.
–¡Pero Mystysiva a mí me fascinan las elevadoras! ¿cómo no puedes entender esto?
-¡No, no entiendo, no entiendo esos pensamientos estúpidos tuyos! ¿Aceptar un rango bajo solo por el gusto de ser tripulante en una de esas naves aéreas?
            Al darse cuenta de mi obstinación calló. Se quedó mirándome fijamente con esa deliciosa, pero aterradora mirada, como si sus ojos fueran solo una ventana para otro ser dentro de ella.
–Siempre te gustó el aire, siempre el aire, nunca la tierra -con un ademán inquisitivo y aquella voz algo diferente.
–¿Que dices Mysty? -mientras la miraba fijamente y mi ojos se estremecían al ver esa mirada terriblemente fuerte, pero hermosa.
–¿Qué me dices Mysty, amor mío?
–Que te ha gustado siempre el aire mas que la tierra.
            Hizo una larga pausa y agregó:
–Nosotros debemos vivir sobre la tierra, ese es nuestro destino, no el aire -como si hubiera sido descubierta en algo.
–Sip, pero así nací con ese gusto por las alturas.
–¡NO, NO nacisteis así! ¿No entiendes? Pero es hora de cambiar Xxxxxxx
–Nopesss Mystysivitasss.
–Es que tu debesss evitar el airesss.
–¿Por qué?
–¡Porque ese gusto por las alturas te destruyó!
–Destruirme ¿de qué hablas? Tú siempre con esos enigmas esotéricos Mystysivitasss.
            Ahora me colgaba tiernamente los brazos al cuello y como si hubiera sido su hijo me abrazaba:
–Es que tú en otras vidas fuisteis otra persona
–Sí, sí ya me has dicho esas leseras (estupideces) ¡Cuánta credulidad en eso!

            Mientras conversaba de repente miradas de reojo hacia mí, como enojada de que no me diera cuenta de algo ¿de qué? ¿De sus desvaríos esotéricos sobre supuestas vidas pasadas? ¿Y dónde descubrió eso? ¿Estudiando el tarot?
            Así en mi inocente mente pensaba que ella era una ilusa, pero lamentablemente su conocimiento no provenía del tarot, mas bien de algo muy adentro suyo, ese espíritu que albergó desde su nacimiento.       
            Fui preparado durante otro año para sección de artillería, electrónica en una nave elevadora, pero lamentablemente el destino me fue adverso y al terminar mi entrenamiento terminé destinado a otro año para mas entrenamiento en logística, pero egresé con un rango de oficial, aunque  en tierra, en secciones de avituallamiento, control de SAT (esto me agradaba), es decir aquello que Mystysiva quería. Tenerme en casa. A reguardo del malvado “exterior”.
            Al final pensaba que ella habría tenido que ver con esas destinaciones lejos de aquellas naves aéreas de alta cota que tanto anhelaba tripular.
Pero no aceptaba esa idea.
¡NACÍ PARA TRIPULAR UNA DE ESAS NAVES!
¡SOY DUEÑO DE MI DESTINO!
Pero el destino era quien me controlaba.

sábado, 24 de octubre de 2015

21. El luto x abuela y Antártico

            Después de aquellos incidentes entre ella y Milashka, solo una vez volví a ver a mi ex-compañera de curso y fue cuando me contactó para concurrir a entregarle personalmente a la hermana de Antártico ese pequeño disco con archivos privados que tenía guardado y que no fueron requisados ni revisados después de aquellos  tristes sucesos.
            Milashka no evitó referirse al tema de Ámbar durante la graduación.
—¿Xxxx, alguien  te ha dicho que eres un tarado?
            Milashka era directa y daba miedo su carácter fuerte,
—Sí, tú lo haces ahora.
—¿Te das cuenta que desperdiciastes a una bella mujer? ¡Cuántos no darían por estar con Ámbar y tú no la quisisteis! ¿Qué tienes en el cerebro?
—No tengo cerebro, solo tengo corazón y Mystysiva es la única mujer que he amado ¿No lo puedes entender acaso?
—Si lo entiendo, pero ese amor es enfermizo, no te llevará a ninguna parte. Terminarás en la vida solitario como el búho.
            Milashka profetizaba.

            Como en el campamento no se permitía acceso a la red, entonces guardábamos los archivos en nuestros propios chips, implantados en el brazo. Pero aquellos que esperaban mayor privacidad, ya que en la milicia hasta tu cuerpo pertenece a otros, estos archivos como hologramas, videos, etc. los ubicábamos en esos pequeños chips que se ocultaban en otro lugar o entre amigos. Así cuando los fiscales revisaron las cosas de mis amigos no encontraron los hologramas personales y ahora le entregábamos a su hermana estos recuerdos tan anhelados. Ella no sabía de esto y estuvimos un día con ella conversando sobre su hermano.             Era triste su historia,  ya que sus padres habían fallecido en un accidente vehicular. Eso talvez hizo que empatizara conmigo ya que mis padres (a quienes no conocí) les sucedió lo mismo.
            Estaba por retirarme de aquel frío lugar, era una tarde de invierno y hacia el hermosísimo y diáfano cielo estrellado se percibía una noche de intenso frío invernal de 20° bajo cero.
            La villa donde ella habitaba serían unas cuarenta viviendas, todas con sus sistemas individuales de clima y producción alimentos, por si fallaba el abastecimiento desde el continente madre.
            Dentro de mí quisiera haber sido colonizador de este territorio.
            Milashka era muy intuitiva y como estaba enamorada de Antártico revisaba todo aquel lugar donde habitara desde la infancia su perdido y fugaz amor. Varias vistas holográficas nos mostraban de la vida de nuestro compañero. Pero también otros grabados en aquel lugar mientras él estaba acá en el curso de entrenamiento.
            En uno de ellos aparece la casa de esta antártica familia y distingo algo habitual: aquella especie de neblina oscura.
            –¿Qué es aquello?
            –No sabemos , un día quedó la grabación y cuando la vimos nos pareció algo extraño, talvez sería alguna fuga del gas neón que usamos para alumbrar el exterior en este frío  clima.
            Obviamente para ellos no era importante ese detalle, pero para mi era la tercera vez que conocía de esta "neblina".
            Pasadas 24 horas en aquel gélidamente hermoso paraje, me despido y abordo la nave; Milashka se quedó allá con la que habría sido su cuñada. Me impresionó este viaje porque nunca había visitado personalmente esta zona, solo en holografías percibía los aromas y sensaciones que provoca vivir aquí, pero nunca en persona. Lo encontré mas frío de lo que pensaba.
            Esos días en que me preparaba para la incorporación al curso de tripulación destinado a naves elevadoras, hube de habitar en una ciudad puerto del sur.  Para los días libres alquilé una pequeña habitación con piezas anexas. Como me pagaban un sueldo mensual era increíble la estabilidad en mi vida. Mi único trabajo sería el entrenamiento destinado a esas impresionantes naves.
            Los demás cuando tienen días libres pueden estar con sus familias, pero yo no, carezco de una y la única persona que tengo es ella, mi zarina, la cual cada vez me visitaba menos por su obvia vida de casada.
            Pero ¿por qué ella casi no habla de su relación con su esposo? Al crecer comenzaba a elucubrar este tipo de preguntas.
            En aquel lugar aprendí a vivir cerca del mar, con todo ese aire marino impregnado del aroma a sal y peces. Pero de repente mis brotes de asma me agredían, es que la medicina ADN no solucionaba toda enfermedad como creíamos.
            Pero me era imposible  evitar encontrarme con Ámbar, ahora mas alta y crecida, debido a que su hermano mayor estaba preparándose como oficial de submarinos en la y en ocasiones ellos eran enviados a nuestro grupo para que conocieran del entrenamiento para una elevadora.
            Él había sido un patriota y aceptó el sacrificio de postergar su anhelo por ser tripulante de una de estas naves y prefirió servir en submarinos. Tan necesarios en aquellos años de las guerras. Cada vez conversaba mas con él y se formó algo así como una amistad lejana con ellos ya que aunque Mystysiva me prohibía todo contacto con la familia de Milashka, me era imposible esto cuando en el país todos nos contactamos por la red.
            Además algo estaba sucediendo en mi persona, es lo que se llama el crecimiento, la madurez emocional, desde un adolescente a un joven y a un adulto joven. Ya contaba 28 años y aunque estaba muy enamorado de ella, no estaba dispuesto a ser su perro faldero.
            Y ella lo entendió, sabía que no debía tratarme como antes.
            Me había olvidado de abuela, seguramente la dejación propia de mi edad y estas nuevas emociones que ahora experimentaba en mi vida. Además como no era el encargado de su atención, sino de esos cerdos miserables que usaron de todos los créditos que abuelo dejara.
            Fue una llamada mientras estaba en este lugar frente al Pacifico O. que me hizo concurrir a la antigua ciudad donde viviera, y es que me habían dado la noticia: abuela había fallecido unas horas antes.
            Como era uno de los nietos cuyo nombre accidentalmente aparecía entre los familiares suyos, entonces me avisaron, ya que el miserable tío nada me dijo del deceso.
            Llegué a la clínica mental donde ella pasara sus últimos años en completa soledad, porque no fui capaz de visitarla, tan embobado estaba con mi amor Mystysiva que me olvidé de abuela. Recuerdo que había dicho para mí: "Prometo visitarla todos los meses", pero después de egresar de aquel campamento, y teniendo oportunidad de cumplir esto, por dejadez y sobre todo porque ella, mi zarina, me llenaba mi soledad, me olvidé de abuela. Aunque si la hubiera visitado ella no me habría reconocido, pero mi deber moral era haber estado con ella hasta el fin. No cumplí.
            ¡Adiós abuelita! tú y abuelo me cuidaron hasta el fin de sus días porque aunque tú te volvisteis demente, sé que tu corazón siempre estuvo conmigo.
            Dicen que falleció en el sueño. Pero años mas tarde alguien que fue enfermero precisamente suyo me comentaba que no fue así y me relataba que constantemente sentía que algo o alguien estaba acechándola, incluso me llamaba ya que tenía conciencia de mi existencia. Este mismo enfermero me contaba que el último mes de su vida ella parecía recobrar la memoria, ya que conversaba con ellos normalmente y pedía verme, expresaba que necesitaba explicarme algo acerca de mi pasado, de mi nacimiento, pero estos detalles se los entregaban al tío y ya sabrán que ese miserable no me llamaría para anunciarme esto.
            Pero no debo evadir mi gran error, la culpa fue mía por no concurrir donde ella. Solo mi culpa es.
            Según supe ella en algunos momentos de locura expresaba frases como esta:
            –El demonio Xxxxxx, huya, huya por favor, está con usted, huya de él porque lo está persiguiendo.
            –¡El Satán en nuestra familia!
            Y frases similares según me contaban las personas que estuvieron con ellas en sus últimos momentos.
            Así ella desapareció de mi vida. Lo mismo sucedió con mi tío del Sur, mi abuelo y mis padres. Antes de cumplir 30 años había perdido a 6 personas que me querían.
            Como yo no estaba a cargo de ella quien hizo los trámites para sepultarla fue el miserable tío. Así con el fallecimiento de  ella, el último eslabón con mi pasado desaparecía.
            ¿Qué sería aquello que esperaba decirme? Talvez un  día lo sabré.
            Adiós abuela que me criasteis y yo no fui capaz de retribuirte. . .¡tantos días que pasamos en casa junto a mi abuelo! Esa fue mi etapa de la niñez, adolescencia, aquella juventud que parece nunca haber terminado y que impide actuar emocionalmente con la sensatez de la edad y solo vivo por este amor no correspondido de aquella hermosa joven que para mí no ha muerto y seguirá existiendo en mi corazón.
            Es como si mis padres, abuelos, mi tíos, mis amigos y ella, Mystysiva, estuvieran todos juntos esperándome al morir, pero mi mente fría, pesimista me indica que no nos juntaremos nunca. . .solo falleceremos y ¡nada mas!
            ¡Felices los que creen en sus fantasías religiosas! Al menos poseen la alegría de una fe  que les entrega fuerzas y tranquilidad del alma para recordar  a seres queridos y continuar viviendo sin tristeza, mientras que yo sufriendo el abandono de mis amados seres que alguna vez fueron mis cuidadores.
            Es triste el destino de mi familia.

sábado, 26 de septiembre de 2015

20. Recuerdo que es mi amor

            Aquella semana en que nos licenciaron de este miserable (pero a la vez inolvidable) curso básico de entrenamiento para acceder a la milicia, parece que había crecido, no lo sé, talvez ustedes lectores podrán saberlo mejor que yo, ya que uno es incapaz de evaluarse en la vida. Solo expongo los hechos, pero inferir sus consecuencias en nuestras vidas me es difícil.
            Aquel día nos entregaban la membresía y el arma

            Milashka y su familia estaban ahí, las familias de otros, pero yo carecía de familia. . ., dejo estos puntos suspensivos porque para aquellos agorafóbicos nos es muy triste vivir sin el apoyo de tu familia y Mystysiva era mi familia toda, pero aquel día me advirtió que no podría estar conmigo en esos momentos. Se siente uno muy mal en estos eventos festivos estar sin que alguien te entregue un abrazo, un apretón de mano o un saludo y te diga “Hijo, hermano, amigo, etc., ¡te felicito, has aprobado!”. Pero estaba aislado de familia. Solo tenía a mi abuela internada en un lejano lugar, a mis primos y con ellos nunca mas había compartido ni siquiera mediante la red. Al miserable aquel tío y su mujer no los cuento, ellos eran mis enemigos.
            Si al menos abuela o mi tío del sur hubieran estado aquí.
            Así me encontraba solo, pero habían otros cinco reclutas en las mismas condiciones mías e instintivamente nos reunimos y conversábamos. Para nosotros solo habría un oficial que nos entregaría estos símbolos, pero es lo mismo: todos te miraban como alguien que no tenía a nadie.
            Fue cuando se acercaron Milashka y esa dulce paloma llamada Ámbar, quienes se dirigieron al oficial que debía entregarme los símbolos y algo hablaron con él.
            Entendí lo que sucedería.
            Cuando las salvas estroboscópicas azuzaron el aire con su iracundo sonido, al frente mío estaba Ámbar.
            Vestía una blusa negra, la falda era color similar, pero fluorescencia de holografía emanaba y le daban ese toque místico, esa sensación de haber visto una persona similar, años, siglos antes, no solo en algún sueño de esos que acostumbro padecer.
            Me sentí agitado, no acostumbro llorar, pero algo me hacía sentirme emocionado.
            Los demás miraban hacia mi lugar.
            La juvenil Ámbar era toda una diosa a pesar de su aspecto tan juvenil. Era muy llamativa y por primera vez noté lo que el resto de los humanos veían: una hermosa niña que al crecer se convertiría en una ardorosa, impresionante mujer, con una belleza fina y suave.
            No sé qué sucedió, pero solo puso su brazo con el mío y como era la costumbre entre novios, me acercó una de esas hermosas flores luminiscentes que llevaba en su cinta, pero esto se hacía para los esposos, novios, amigos queridos, parejas o algún familiar cercano, como un hermano. Como no departía con la sociedad, entonces estos gestos no los entendía y pensé que me estaba permitido por ser ¿amigo suyo? Pero no le era y este gesto es demasiado para un desconocido que solo era compañero de su hermana.
            ¿Acaso desde ese momento era su prometido?
            No importa, viniendo de una linda chica de cabellos castaños acepté y elegí la de color rojo, que me trae recuerdos de aquel rosal que plantara hacia años en casa de mis abuelos.

            — Están aquí para servir a sus familias, a sus conciudadanos, a su cuerpo mismo, al planeta entero. . . Ahora sus almas estarán por siempre unidas a sus hermanas y hermanos y por ello cuando arrecien las vicisitudes de la vida no olviden soldados estos momentos y recuerden que con esa membresía y su arma protegerán nuestra bendita sociedad.
            Ámbar solo me miraba, los demás la miraban a ella, todos la miraban, muchos miraban con envidia como una fascinante niña y futura diosa se rebajaba a entregarle sus dones a un desconocido y simple aspirante.
            ¡Qué linda estaba!
            Nunca me había fijado, la veía como una niña, pero ahora parecía que algo dentro de ella fluía hacia afuera demostrando su fuerza, era la voluntad de la edad en que comienzas a ser inmortal. Eras el encanto de la vida misma.

            Las melodías impregnaban el ambiente y las descargas se detuvieron hasta que una impresionante elevadora hacía su entrada a un kilómetro lanzando ese fuerte estruendo al descender.
            Era un espectáculo impresionantemente emotivo. Los edecanes entregaban la membresía y el arma a tu familiar y a la señal del general estos se acercan. Ámbar se la notaba muy emocionada, entre sonrisa y llanto me arengaba:
            —Soldado Xxxxxxxx Xxxxx, te entrego esta membresía y tu arma. Debes cuidar nuestra tierra, nuestra gente, serás mi hermano quien me proteja. Tu vida servirá para mi protección. Y tú estarás conmigo por la eternidad.
            Tomé los objetos y ella extrajo la rosa roja de su cinto y la puso suavemente en el soporte de mi casco.

            No encontraba palabras que decir qué decir y unas lágrimas cayeron de aquella carita de niña aun, quise tomarla  para darle un beso, pero no era correcto, lo hice, tomé membresía, el arma y la besaba. Ella respondía como si fuera su futuro esposo.
            Sentía la presión de Ámbar sobre mi lado derecho ya que ahora me tomaba del brazo mientras aun mantenía mis manos con el arma y la membresía además la rosa roja en mi casco.
            Otros se olvidaban de sus "padrinos" y veían esta emocionante escena con esa niña-diosa de 15 años.
            De repente una suave brisa de algún lugar de la cordillera enfrió el aire de aquel mediodía y la figura delante de mí terminó su discurso con un: "Toma tus armas XXXXXXX y nunca olvides que tú serás el protector de tus hermanos y deberás cuidarme a mí por el resto de la existencia en este vida”.
           
            Pero en vez de colocar su mano en mi frente se acercó y me dio un beso, luego el gesto en la frente. Eso solo se reservaba a los novios o esposos, nunca para alguien sin compromiso.
            Alcancé a escuchar la algarabía de todos, era emocionante, nunca me había sentido así.
Algo estaba sucediendo en mi mente ¿o en mi alma?
            Las emociones eran nuevas, no conocía aquello. ¿Era una linda niña o una diosa aquella chiquilla de inocente faz y elegante silueta?
            Solo sé que la abracé y no sé cuanto duró el abrazo, pero sollocé y ella igual. Sentía aquellos besos que me daba en la cara, al principio parecían como los de Mystysiva, pero algunos los sentí mas intensos, con una sensación de pasión virginal y humana. Como si fuera su primera vez al besar efusivamente en los labios.
            —Bien cadetes, ahora a prepararnos para la reunión de despedidas.
            Comenzaron a rodearnos otras personas, estaba un compañero y sus padres, otra compañera con su futuro esposo.
            Por supuesto Milashka y la mamá de Antártico quien la apadrinó representando a este.
            Algo me decía mi madrina Ámbar, se la veía alegre, lloraba de emoción. Parece que ella estaba mas emocionada que mí.
            Algunos compañeros se acercaron (hipócritamente) a felicitarme, es que esperaban ver mas de cerca a mi Ámbar.
            Nos felicitábamos y habíamos olvidado al maldito capi-capo; yo nunca.
            Milashka y su habitual carácter me impuso que debería ir con ella a la fiesta en su casa y lo mismo me indicaba la pluma de lindos ojos negros y cabellera castaña. Me trataban como si pronto fuera a ser parte de su familia.
            Habría transcurrido una media hora de ese emotivo ritual y ahora nos preparábamos para dirigirnos a los vehículos.
            Creía que Mystysiva estaría con su familia, ya que me advirtió que este día no estaría presente debido a su situación de casada.
            Pero una mezcla de alegría y miedo (¿miedo a qué?) me adviene cuando veo el vehículo de ella estacionarse a lo lejos.
            El encanto de mis ojos ha llegado, aquí todo lo demás se esfumó.
            Perdí la noción de lo que soy y solo esa sensación infantil romántica, torpe se apoderó de mí: era Mystysiva ataviada con un hermoso traje falda azul, con esos coquetos sombreros, el suyo de "zarina".
            Su mirada hermosa, con esos ojos claros terminaron dominando mi mente y solté la cintura de Ámbar y la rosa roja que momentos antes recibiera.
            Solo recuerdo que algo me decía Milashka, y luego se dirigía donde ella a decirle que su compañero estaba invitado para ir con ellos, pero noté que la mirada de Mystysivita ni siquiera notaba a Milashka, solo miraba a la angelical Ámbar que debido a su edad y carácter suave no podía ni levantar los ojos ante la leona
            –Xxxxxxxo, vamos.
            –Espera un momento Xxxxxxxxx ¿así te llamas, verdad? –mi cadete camarada ironizaba sus palabras– él irá con nosotros a la fiesta en MI casa –Milashka era de carácter fuerte, pero mi zarina era del mismo temple y al conocerla ya me advertía del desagrado por esta compañera.
            –¡Mira intrusa, ya me tienes cansada, has estado siendo la alcahuete (chismosa) de mi novio con esa zorra impúber de tu hermana!
            Aquí algo pasó, ya no recuerdo, creo que Milashka intentó darle una bofetada, pero Mystysiva era mas ágil y la cara izquierda de Milashka quedó enrojecida, además atemorizada ante esa voz algo diferente y fuerte de mi amor. Otros se percataron de los sucedido.
            Yo como un cobarde no estaba acostumbrado a este tipo de situaciones, siempre dependí de mis abuelos y vivía lejos del mundo real hasta hacía menos de tres años y en este entrenamiento militar mi fuerza era Mystysiva y no podía evitar su poder de dominio.
            –¡Cadete Xxxx debes ir con nosotros! Lo has prometido –la voz era de Milashka mientras su mano secaba la sangre producida en su cara por la pequeña diestra de Mystysiva.
            –Xxxxxxx ¿esta estúpida es tu "dueña"? –dirigiendo su mirada a mi compañera de la milicia.
            –Tú no hables de dueña ya tienes un dueño mujer inmoral –Milashka moralista vocifera.
            Ya otros sabían la historia de que ella era casada y si agregamos que mi aspecto infantil (en verdad tenía 28, aunque representaba 16) provocaba la sensación de que ella, mi amor era algo mayor en edad y por ende una zorra, golfa, traicionera, suelta y todos esos epítetos que imaginen.
            Pero a un ser como ella, y digo un “ser", como si hubiera otro dentro de ella, es porque así sucedía, no era fácilmente intimidada por lo que dijeran los demás.
            Las palabras aumentaron de tono y se acercaron los padres de Milashka, otra gente que no recuerdo, algunos compañeros mas que algo me hablaban.
            –Compañero Xxxxa, ella es casada, no te conviene –balbuceaban en baja voz estos decorosos estúpidos.
            –Ámbar es bonita –escuchaba de otro.
            Pero solo hubo una persona que noté Mystysiva le bajó la guardia: era la abuela paterna de Milashka, quien la miraba fijamente a los ojos, sin decir palabra, alguna razón nunca aclarada por Mystysiva hizo que ella no se atreviera a hablarle.
            –Decide Xxxxxo –ahora como otras veces astutamente usaba mi diminutivo para "ayudarme" a elegir.
            Mi mente solo comenzó a rememorar hechos.
            ¿Qué habría sucedido en mi vida si nunca hubiera accedido a esa página donde encontré sus fotos aquel verano de hace siete años? ¿Acaso estaría ahora aquí? ¿No fue ella la que me impulsó a salir de esa mierda de vida de encierro como un agorafóbico? Ella era mi amor y le pertenecía, aunque jamás llegué a conocer bien a ese ángel poseído por un demonio.
            El solo pensar en ella mientras escribo esto, a medio siglo de aquella época, me emociono y solo sé que aun estoy enamorado de aquella guapa joven, que para mí será la imagen que conservaré toda mi vida.
            No sé si sería del demonio o ella, la hermosa dama que para mí será siempre mi linda Mystysiva. Al evocar su nombre es como si fuera una DIOSA, es terrible decirlo, pero ella fue y es mi verdadera idolatría, mi religión.
            Si ahora que estoy anciano aun siento su amor a pesar de los años y las experiencias de vida, imaginen en aquella época cuando además ella era mi sostén emocional.
            –Me voy con Mystysiva. Lo siento Ámbar, pero acá está mi compañera, mi, mi. . . –no sabía nada mas que decir y solo seguirla a donde fuera, ni siquiera podía mirar a la dulce lolita de hermosa cabellera castaña.
            Escuchaba los miserables cuchicheos: "pero es casada”, “pobre niño”, “que zorra debe ser”, “y el marido de ella ¿dónde está?”, “claro que debe saber, pero los tiene dominados a los dos”, “estas mujeres son una plaga” y un largo etcétera de pensamientos en voz alta.
            La tensión iba en aumento y no estaba acostumbrado a estos hechos bochornosos, parecía que a Mystysiva no le incomodaban, es mas se me dio la idea de que ella los desafiaba a todos, a todo el mundo.
            Subí al vehículo, que ahora conducía Mystysiva y nos alejamos de allí. Solo volví al otro día a retirar mis cosas y alejarme de aquel lugar que tanto odié por casi un año, pero ahora sentía hasta melancolía al irme. Allí conocí a mis amigos Antártico y Alfen. En esa zona murieron. Hasta por el maldito sentí algo de tristeza; y es que el conocer a alguien, aunque te haya hecho daño, sientes tristeza al saber que no volverán no solo a verlos, además los momentos compartidos con todos aquellos que conocisteis.
            Por eso cuando se es joven evitar vivir de malas relaciones unos con otros, es mejor soportarse y verán como al final los recuerdos serán mejores, serán como una medicina para la vejez ya que no habrían en ellos conflictos no solucionados, como sí sucede en mi caso que a pesar de los años aun mi vida siente esos vacíos existenciales. Incluso esa falta de caridad por otros.