martes, 27 de octubre de 2015

22. Arriba en el aire está mi vida



            Aquella mañana ingresé a la sección administrativa para evaluar mi solicitud ya que no me aceptaron como tripulante de elevadoras en las diversas ramas de la milicia, así que intenté nuevamente por si ahora me aprobaban, pero mi baja estatura era mi debilidad.
            Veamos cadete, usted insiste en ser tripulante de elevadoras.
            Quiero ser artillero o mecánico en una elevadora, o lo que sea.
            Ya veo, usted anhela volar en las elevadoras -con una sonrisa de aquel que es tripulante de estas naves y que sabe que a los jóvenes nos fascinaban esas funciones.
            Sí señor, son el futuro.
            Pero usted debe comprender que físicamente, bueno, no estoy diciendo que su baja estatura le impida ser destinado a una elevadora -muy cordial, pero torpemente trataba de justificar que en la milicia y mas aun los "privilegiados" tripulantes de elevadoras detestan a la gente baja-, pero debe tener otras aptitudes como una muy buena salud y ya que usted sufrió asma, entonces puede ser mas apropiado que se prepare un par de años mas en entrenamientos diferenciales ya que. . . .
            Y el blá, blá, blá continuaba con este individuo.
            “¡Solo es basura! ¡Estoy harto de tantas objeciones de miserables babosos como ustedes que no me dejan ser tripulante de una elevadora!” –así con ese pensamiento me sentía en esta burocrática oficina.
            Además en esas naves su rango será de sargento o cabo, mientras que en administraciones, comunicaciones, inteligencia, SAT sería oficial, posee muy buenas calificaciones para ello.
            –Sé todo eso, pero aun así pido ingresar como aspirante a tripulación de elevadoras.
            ¿Está seguro de eso?
            Sí señor, me gustan las naves aéreas.
            ¿Sabe mi amigo? Le daré dos meses mas de descanso si decide por la marina ¿qué le parece? Y con su capacidad seguro aprueba el curso de oficiales, estoy seguro.
            Ya estoy decidido señor y quiero la elevadoras y mi bajo rango.
            Muy bien, entonces será destinado a entrenamiento para personal de esas naves y solo tendrá un mes descansando ¡Ah!, pero será aspirante en la sección de la marina. Lo cupos en el Ejército y el arma aérea ya no quedan.
            ¿La marina?
            Si cadete, en la marina con las nuevas naves que están siendo construidas para ellos.
            Gracias señor  estoy feliz, sí me sentía.
            Si hubiera tenido mas edad habría dudado de esta "oferta" como tripulante de esas naves porque aquellas épocas la marina carecía de gente como tripulación para las naves de superficie y submarinas, ya que la mayor parte del personal lo absorbía la infantería de marina y el personal adjunto a ellos, así que una forma "ingeniosa" de traer personal era esta tentadora oferta de prepararte para tripular una elevadora, pero posteriormente te destinaban a las otras naves. Y eso sucedió en mi caso, pero además no imaginaba que detrás de esta destinación estaba ella, mi grande amor que odiaba fuera tripulante de cualquier nave aérea de alto vuelo.
            Debido al incidente de ella con Milashka no volví a recibir comunicación con nadie de esa familia, alguien me dijo que a Ámbar le habían prohibido invitarme a cualquier lugar o evento, no querían nada conmigo.
            En esos días ya me pagaban un sueldo en créditos que para un soltero era un milagro, imaginad que de ser un pobre mantenido por mis abuelos y después terminar en un clínica pagada por el Estado, al mes de egresar como cadete de instrucción primaria ya me pagaban como si fuera un soldado activo. Pero estos métodos eran necesarios para atraer a mas jóvenes (y no tan jóvenes) y mantenerlos con la moral bien puesta en la guerra y su futuro económico claro está. Por ello arrendé por primera vez en mi vida una pequeña casa solo ya que no me acostumbraba a vivir en hostales, hoteles o lugares menos privados. Era antigua, talvez unos 70 años. Incluso esta casa carecía muchos adelantos. El acceso a la red aun usaba cable ¡UN VIEJO CABLE de fibra óptica! Dos pisos, un baño, cocina, estar abajo y una sola habitación arriba. No sé porqué estas casas antiguas me atraían tanto, mas que la modernas.
            Un día hice un viaje al Norte a ver a mi antigua amiga Berny (alias Teendi) ya que a ella le había entregado unos maceteros que contenían unas plantitas que cuidaba junto a mis abuelos. Ya no me quedaban cosas de ellos porque aquel sinvergüenza tío extrajo de casa de mis abuelos todo lo que pudo y lo vendió. Ni siquiera recuerdos personales me dejó. Parecía que lo hizo adrede él y su perra mujer. Pero esta amiga dejó hacía meses de comunicarse y en la casa que habitara otra gente vivía. Pero al menos traje 2 maceteros que instalé en mi nueva vivienda.
            ¿Y qué importan unos estúpidos maceteros con plantas? Que me traen recuerdos de mis abuelos y mis padres, porque uno de ellos fue plantado por mis progenitores, a quienes no conocí.
            Esa misma noche recibí la imprevista visita de Mystysiva y me extrañó porque la esperaba semana siguiente.
¡Xxxxxx qué hicisteis!
¿Hacer qué?
Te habían destinado como oficial ¡y tú decidisteis elegir un rango de soldado!
Pero Mysty: ¡es una nave elevadora! ¿no entiendes lo mucho que me gustan esas máquinas?
¡No me agrada eso! Además ellos siempre están en el extranjero.
Y ¿cómo sabes lo que elegí? Aun no te lo he dicho.
Todo lo sé amor mío -mientras esa mirada fija y que me producía miedo me auscultaba mis emociones.
            Como otras veces para evitar discutir con ella empecé a besarla y acariciarle sus partes íntimas, en esto fui un experto, pero noté su frialdad, ella no quería sexo en esos momentos.
            Me tendí a su lado y ella callada, noté que empezaba a caer lágrimas de su ojos. Era muy extraño esto porque Mystysiva no era de llorar, si ella quería algo de mí solo me lo imponía y yo obedecía como un cordero.
¿Por qué te gustan tanto esas naves? No sería mejor que fueras de esas secciones donde serás oficial en vez de un rango inferior.
            No contestaba, pero besaba sus lágrimas.
–¿Amor no te gustaría la política? Sabes que como oficial podrías llegar mas lejos, en diez años podrías ser incluso coronel o esos rangos que se usan, ¿te gustaría Amor mío?
            Nuevamente ella auscultaba mi corazón, mi mente, emociones, mis ocultos sentimientos.
Si fuera oficial igual podrían enviarme a zona de guerra y ya vez cono mueren mas en las campañas por tierra que siendo tripulantes de elevadoras.
No mi amor, estoy segurísima que nada te pasará en tierra  ni en el agua, pero si vas en el aire. . .
¿Y por qué habría sucederme algo en el aire? A ver dímelo tú la sabia.
Ahí mi santo Patricio no podría ayudarte.
–Ha, ha,haaa, Mystysivitassss y tu santitoossss.
–No te burles Amor, ya debes intuir que sin mi quizás dónde estarías.
            Aquí mi risa acabó y entendí una realidad: ella era mi razón de vivir.
–¡Pero Mystysiva a mí me fascinan las elevadoras! ¿cómo no puedes entender esto?
-¡No, no entiendo, no entiendo esos pensamientos estúpidos tuyos! ¿Aceptar un rango bajo solo por el gusto de ser tripulante en una de esas naves aéreas?
            Al darse cuenta de mi obstinación calló. Se quedó mirándome fijamente con esa deliciosa, pero aterradora mirada, como si sus ojos fueran solo una ventana para otro ser dentro de ella.
–Siempre te gustó el aire, siempre el aire, nunca la tierra -con un ademán inquisitivo y aquella voz algo diferente.
–¿Que dices Mysty? -mientras la miraba fijamente y mi ojos se estremecían al ver esa mirada terriblemente fuerte, pero hermosa.
–¿Qué me dices Mysty, amor mío?
–Que te ha gustado siempre el aire mas que la tierra.
            Hizo una larga pausa y agregó:
–Nosotros debemos vivir sobre la tierra, ese es nuestro destino, no el aire -como si hubiera sido descubierta en algo.
–Sip, pero así nací con ese gusto por las alturas.
–¡NO, NO nacisteis así! ¿No entiendes? Pero es hora de cambiar Xxxxxxx
–Nopesss Mystysivitasss.
–Es que tu debesss evitar el airesss.
–¿Por qué?
–¡Porque ese gusto por las alturas te destruyó!
–Destruirme ¿de qué hablas? Tú siempre con esos enigmas esotéricos Mystysivitasss.
            Ahora me colgaba tiernamente los brazos al cuello y como si hubiera sido su hijo me abrazaba:
–Es que tú en otras vidas fuisteis otra persona
–Sí, sí ya me has dicho esas leseras (estupideces) ¡Cuánta credulidad en eso!

            Mientras conversaba de repente miradas de reojo hacia mí, como enojada de que no me diera cuenta de algo ¿de qué? ¿De sus desvaríos esotéricos sobre supuestas vidas pasadas? ¿Y dónde descubrió eso? ¿Estudiando el tarot?
            Así en mi inocente mente pensaba que ella era una ilusa, pero lamentablemente su conocimiento no provenía del tarot, mas bien de algo muy adentro suyo, ese espíritu que albergó desde su nacimiento.       
            Fui preparado durante otro año para sección de artillería, electrónica en una nave elevadora, pero lamentablemente el destino me fue adverso y al terminar mi entrenamiento terminé destinado a otro año para mas entrenamiento en logística, pero egresé con un rango de oficial, aunque  en tierra, en secciones de avituallamiento, control de SAT (esto me agradaba), es decir aquello que Mystysiva quería. Tenerme en casa. A reguardo del malvado “exterior”.
            Al final pensaba que ella habría tenido que ver con esas destinaciones lejos de aquellas naves aéreas de alta cota que tanto anhelaba tripular.
Pero no aceptaba esa idea.
¡NACÍ PARA TRIPULAR UNA DE ESAS NAVES!
¡SOY DUEÑO DE MI DESTINO!
Pero el destino era quien me controlaba.

sábado, 24 de octubre de 2015

21. El luto x abuela y Antártico

            Después de aquellos incidentes entre ella y Milashka, solo una vez volví a ver a mi ex-compañera de curso y fue cuando me contactó para concurrir a entregarle personalmente a la hermana de Antártico ese pequeño disco con archivos privados que tenía guardado y que no fueron requisados ni revisados después de aquellos  tristes sucesos.
            Milashka no evitó referirse al tema de Ámbar durante la graduación.
—¿Xxxx, alguien  te ha dicho que eres un tarado?
            Milashka era directa y daba miedo su carácter fuerte,
—Sí, tú lo haces ahora.
—¿Te das cuenta que desperdiciastes a una bella mujer? ¡Cuántos no darían por estar con Ámbar y tú no la quisisteis! ¿Qué tienes en el cerebro?
—No tengo cerebro, solo tengo corazón y Mystysiva es la única mujer que he amado ¿No lo puedes entender acaso?
—Si lo entiendo, pero ese amor es enfermizo, no te llevará a ninguna parte. Terminarás en la vida solitario como el búho.
            Milashka profetizaba.

            Como en el campamento no se permitía acceso a la red, entonces guardábamos los archivos en nuestros propios chips, implantados en el brazo. Pero aquellos que esperaban mayor privacidad, ya que en la milicia hasta tu cuerpo pertenece a otros, estos archivos como hologramas, videos, etc. los ubicábamos en esos pequeños chips que se ocultaban en otro lugar o entre amigos. Así cuando los fiscales revisaron las cosas de mis amigos no encontraron los hologramas personales y ahora le entregábamos a su hermana estos recuerdos tan anhelados. Ella no sabía de esto y estuvimos un día con ella conversando sobre su hermano.             Era triste su historia,  ya que sus padres habían fallecido en un accidente vehicular. Eso talvez hizo que empatizara conmigo ya que mis padres (a quienes no conocí) les sucedió lo mismo.
            Estaba por retirarme de aquel frío lugar, era una tarde de invierno y hacia el hermosísimo y diáfano cielo estrellado se percibía una noche de intenso frío invernal de 20° bajo cero.
            La villa donde ella habitaba serían unas cuarenta viviendas, todas con sus sistemas individuales de clima y producción alimentos, por si fallaba el abastecimiento desde el continente madre.
            Dentro de mí quisiera haber sido colonizador de este territorio.
            Milashka era muy intuitiva y como estaba enamorada de Antártico revisaba todo aquel lugar donde habitara desde la infancia su perdido y fugaz amor. Varias vistas holográficas nos mostraban de la vida de nuestro compañero. Pero también otros grabados en aquel lugar mientras él estaba acá en el curso de entrenamiento.
            En uno de ellos aparece la casa de esta antártica familia y distingo algo habitual: aquella especie de neblina oscura.
            –¿Qué es aquello?
            –No sabemos , un día quedó la grabación y cuando la vimos nos pareció algo extraño, talvez sería alguna fuga del gas neón que usamos para alumbrar el exterior en este frío  clima.
            Obviamente para ellos no era importante ese detalle, pero para mi era la tercera vez que conocía de esta "neblina".
            Pasadas 24 horas en aquel gélidamente hermoso paraje, me despido y abordo la nave; Milashka se quedó allá con la que habría sido su cuñada. Me impresionó este viaje porque nunca había visitado personalmente esta zona, solo en holografías percibía los aromas y sensaciones que provoca vivir aquí, pero nunca en persona. Lo encontré mas frío de lo que pensaba.
            Esos días en que me preparaba para la incorporación al curso de tripulación destinado a naves elevadoras, hube de habitar en una ciudad puerto del sur.  Para los días libres alquilé una pequeña habitación con piezas anexas. Como me pagaban un sueldo mensual era increíble la estabilidad en mi vida. Mi único trabajo sería el entrenamiento destinado a esas impresionantes naves.
            Los demás cuando tienen días libres pueden estar con sus familias, pero yo no, carezco de una y la única persona que tengo es ella, mi zarina, la cual cada vez me visitaba menos por su obvia vida de casada.
            Pero ¿por qué ella casi no habla de su relación con su esposo? Al crecer comenzaba a elucubrar este tipo de preguntas.
            En aquel lugar aprendí a vivir cerca del mar, con todo ese aire marino impregnado del aroma a sal y peces. Pero de repente mis brotes de asma me agredían, es que la medicina ADN no solucionaba toda enfermedad como creíamos.
            Pero me era imposible  evitar encontrarme con Ámbar, ahora mas alta y crecida, debido a que su hermano mayor estaba preparándose como oficial de submarinos en la y en ocasiones ellos eran enviados a nuestro grupo para que conocieran del entrenamiento para una elevadora.
            Él había sido un patriota y aceptó el sacrificio de postergar su anhelo por ser tripulante de una de estas naves y prefirió servir en submarinos. Tan necesarios en aquellos años de las guerras. Cada vez conversaba mas con él y se formó algo así como una amistad lejana con ellos ya que aunque Mystysiva me prohibía todo contacto con la familia de Milashka, me era imposible esto cuando en el país todos nos contactamos por la red.
            Además algo estaba sucediendo en mi persona, es lo que se llama el crecimiento, la madurez emocional, desde un adolescente a un joven y a un adulto joven. Ya contaba 28 años y aunque estaba muy enamorado de ella, no estaba dispuesto a ser su perro faldero.
            Y ella lo entendió, sabía que no debía tratarme como antes.
            Me había olvidado de abuela, seguramente la dejación propia de mi edad y estas nuevas emociones que ahora experimentaba en mi vida. Además como no era el encargado de su atención, sino de esos cerdos miserables que usaron de todos los créditos que abuelo dejara.
            Fue una llamada mientras estaba en este lugar frente al Pacifico O. que me hizo concurrir a la antigua ciudad donde viviera, y es que me habían dado la noticia: abuela había fallecido unas horas antes.
            Como era uno de los nietos cuyo nombre accidentalmente aparecía entre los familiares suyos, entonces me avisaron, ya que el miserable tío nada me dijo del deceso.
            Llegué a la clínica mental donde ella pasara sus últimos años en completa soledad, porque no fui capaz de visitarla, tan embobado estaba con mi amor Mystysiva que me olvidé de abuela. Recuerdo que había dicho para mí: "Prometo visitarla todos los meses", pero después de egresar de aquel campamento, y teniendo oportunidad de cumplir esto, por dejadez y sobre todo porque ella, mi zarina, me llenaba mi soledad, me olvidé de abuela. Aunque si la hubiera visitado ella no me habría reconocido, pero mi deber moral era haber estado con ella hasta el fin. No cumplí.
            ¡Adiós abuelita! tú y abuelo me cuidaron hasta el fin de sus días porque aunque tú te volvisteis demente, sé que tu corazón siempre estuvo conmigo.
            Dicen que falleció en el sueño. Pero años mas tarde alguien que fue enfermero precisamente suyo me comentaba que no fue así y me relataba que constantemente sentía que algo o alguien estaba acechándola, incluso me llamaba ya que tenía conciencia de mi existencia. Este mismo enfermero me contaba que el último mes de su vida ella parecía recobrar la memoria, ya que conversaba con ellos normalmente y pedía verme, expresaba que necesitaba explicarme algo acerca de mi pasado, de mi nacimiento, pero estos detalles se los entregaban al tío y ya sabrán que ese miserable no me llamaría para anunciarme esto.
            Pero no debo evadir mi gran error, la culpa fue mía por no concurrir donde ella. Solo mi culpa es.
            Según supe ella en algunos momentos de locura expresaba frases como esta:
            –El demonio Xxxxxx, huya, huya por favor, está con usted, huya de él porque lo está persiguiendo.
            –¡El Satán en nuestra familia!
            Y frases similares según me contaban las personas que estuvieron con ellas en sus últimos momentos.
            Así ella desapareció de mi vida. Lo mismo sucedió con mi tío del Sur, mi abuelo y mis padres. Antes de cumplir 30 años había perdido a 6 personas que me querían.
            Como yo no estaba a cargo de ella quien hizo los trámites para sepultarla fue el miserable tío. Así con el fallecimiento de  ella, el último eslabón con mi pasado desaparecía.
            ¿Qué sería aquello que esperaba decirme? Talvez un  día lo sabré.
            Adiós abuela que me criasteis y yo no fui capaz de retribuirte. . .¡tantos días que pasamos en casa junto a mi abuelo! Esa fue mi etapa de la niñez, adolescencia, aquella juventud que parece nunca haber terminado y que impide actuar emocionalmente con la sensatez de la edad y solo vivo por este amor no correspondido de aquella hermosa joven que para mí no ha muerto y seguirá existiendo en mi corazón.
            Es como si mis padres, abuelos, mi tíos, mis amigos y ella, Mystysiva, estuvieran todos juntos esperándome al morir, pero mi mente fría, pesimista me indica que no nos juntaremos nunca. . .solo falleceremos y ¡nada mas!
            ¡Felices los que creen en sus fantasías religiosas! Al menos poseen la alegría de una fe  que les entrega fuerzas y tranquilidad del alma para recordar  a seres queridos y continuar viviendo sin tristeza, mientras que yo sufriendo el abandono de mis amados seres que alguna vez fueron mis cuidadores.
            Es triste el destino de mi familia.