lunes, 25 de enero de 2016

25. Los sueños no mienten



            Mystysiva por alguna razón no quería fuera enviado a esas naves que circunvalan el orbe aéreo y algo sucedió con mi destinación, por mas que anhelaba ser tripulante de naves aéreas, se me dificultaba el proceso de asignación y al final terminé en entrenamiento de naves subacuáticas por otro año y medio.
–Puedes tener un accidente amor.
–Pero los submarinos son mas peligrosos, mira que ya han hundido cuatro este año y dos mas por fallas mecánicas.
–Allá tú Xxxxxxsss ¿Porqué no te quedasteis en el país, por qué tuvisteis que ingresar a la milicia?
–Porque no tenía otra opción. Necesito esos créditos para mi futuro.
–¡Ba, ba ba! son solo estúpidas decisiones. Te dije que tengo créditos y podríamos los dos comenzar una vida en otro lugar, lejos de estas guerras.
–Es que necesitaba esos créditos y no se los pediré a una mujer,
–Ummm ¿de nuevo no aceptar ayuda económica de una mujer? ¡Es estúpido! Somos lo mismo, no hay diferencia de sexos entre los dos ¡No lo entiendes!
            En esos momentos no entendía su lenguaje y como era machista solo atiné a imponer mi voluntad.
–Además Mystysiva, al egresar de los cinco años tengo acceso rápido a la universidad y tú sabes que anhelaba estudiar leyes.
–Sí, eso debiera haber elegido.
            Se quedó pensativa mientras me acariciaba el cabello.
De repente inicié a quedarme dormido. . .
–Duerme Xxxxxxsss duerme, pronto estarás en tu nueva nave.
            No recuerdo cuan pr0fundamente dormido estaba pero soñaba algo extraño, eran muchas imágenes cruzando mi mente. Veía gente, algo así como una ciudad, pero era diferente, era muy antigua, sé que habían muros de piedras y algo afuera de sus inmensas murallas lanzaba objetos que caía sobre techos calles produciendo incendios. En eso empezaba a levitar y subía mas y mas, no podía detenerme, sentí algo que me tocaba, pero no sabía que era. Aunque comencé a caer, era como si la gran altura a la que había estado levitando ahora estaba cayendo, no podía sostenerme en el aire y abajo veía esa hermosa ciudad, estaba rodeada, era como una guerra y alcance a distinguir algo que reconocí: catapultas, de esas máquinas antiguas fabricadas con maderas, sogas y hierro. Eso era una ciudad asediada por algún ejército invasor.
            Pero suavemente caía, caía y no lograba elevarme, el miedo me acometía y el vértigo, esa sensación de estar cayendo de una gran altura.
            Al despertar Mystysiva estaba ahí mirándome fijamente.
—¿Un sueño amorrrsss?
—Sí, un sueño demasiado realsss.
—Ves que en otra vida fuistessss otro ser diferente.
—Deja ya esas leseras. Mirasss desde que tússs invocasss a los espíritusss y esass leseras tengo estosss problemasss.
—¿Yo provocarte problemsss? desde chico has tenido esos "problemsss" extraños ¿o no te acuerdas?
—¿Y como sabesss eso que me sucedió cuando pequeño? si tú no me conocías, a ver dimesss Zarinasss
—Pero si tú me los has contado.
—Tienes razón Es que he tenido muchos sueños.
—Talvez será que tu destino no es lo que piensas, es otro, mucho mas interesante.
            Mientras acercaba sus hermosos labios para besarme con esa efusividad propia de una ser pasional.
            Quise hacerle mas preguntas, pero la lujuria del sexo fue mas fuerte y estuvimos toda la noche luchando en la cama, al despertar por la mañana siguiente ella no estaba y se me habían olvidado las preguntas que esperaba hacerle, pero solo una recordé:
—Cómo sabes esos hechos de mi niñez que ni yo conocía.
—Ya te lo he dicho: tú dormido los cuentas.
—¿Estas segura que hablo dormido?
—Por supuesto amor, es que no te acuerdas al despertarte.