Cuando estaba en
la isla una comunicación de Milashka, solo un signo de interrogación, nada mas,
ambos entendíamos este código.
Una semana mas
tarde en una nave elevadora fuimos transferidos al continente, era mi quinto
viaje en una de estas estando como cadete aun de instrucción y a pesar de los
problemas me emocioné al estar dentro de esta impresionante nave. En 20 minutos
estábamos en el continente
Sentía miedo ante
la reacción de su familia ¿qué sería de Mystysiva? aun no lograba comunicarme
con ella, tanto tiempo sin avisarme. Otras ocasiones ella me advertía que estaría
ausente por períodos largos, ahora nada.
Al bajar de la nave
los familiares esperaban a sus seres queridos ante el percance sufrido por
estos.
Miré y nadie
conocido, me había acostumbrado a que Mystysiva pasaba a buscarme en estas
circunstancias, pero no estaba, me encontraba solo.
Caminaba con mi
pequeño equipaje. El sol del mediodía ya ingresaba a la inmensa sala subterránea
de este hangar de pasajeros.
—Señor Axxxx, espero esté bien.
Al principio no
supe quien era, pero luego de unos segundos me percato que es el hermano mayor
de Emerson. Vestía de civil, no usaba el uniforme.
A su lado estaba
Milashka, ella sí uniformada. La sentí diferente, parecía algo fría, pálida.
Impertérrita.
—Quisiera nos contara cómo fue el accidente. Quisiéramos mas datos.
—Sí, se los entregaré todos, incluso alcancé anotar lo que sucedió
antes de olvidar los detalles.
—Así que usted anota datos de su vida.
—Si, lo hago desde que vivía encerrado. Por eso me resulta rápido
dejar descritas mis vivencias.
—El fiscal nos esplica que la máquina ya estaba con problemas,
pero estaba controlada y el viaje estaba asegurado, pero algo pasó y el submarino
fue impulsado por una fuerza descomunal que golpeaba el casco precisamente del
sector del motor, creen que fue una corriente submarina muy fuerte y anormal,
ya que no se encontraron rastros de algún objeto que haya chocado con el casco
exterior.
—Sí, Uds. sabe mas datos del fiscal; yo solo sé que todo fue
rápido, muy tenso.
Mientras extraía
el documento que describía mis vivencias de aquellos momentos notaba que Milashka no quería hablar de esto,
esperaba que su hermano se satisficiera con los datos técnicos aportados por mí
y luego que se fuera para conversarme de algo mas.
Aquí están lo
detalles —mientras le entregaba el pequeño disco en su mano. Bastaba que
hubiese echo un traspaso del archivo, pero preferí usar algo mas solemne y
entregué un disco.
—¿Nos acompaña a casa? —sentí que solo eran palabras de cortesía.
—Prefiero no ir, siento que no hice nada por su hermano, siento
algo de culpabilidad.
—No se sienta así, cuando vaya al exterior verá cosas terribles,
yo he perdido a 4 amigos ya y sé que no es mi culpa.
—Pero si iré a verlo al cementerio.
—Muy bien. Bueno, Milsahka se queda para conversar con usted.
Mientras él se
retira, Mila solo me miraba. No era la Milashka amiga, cercana, simpática
conmigo que conociera. Ahora estaba distante, fría. Como si quisiera
explicaciones.
—Cuéntame cómo fueron los últimos días de mi hermano.
—Bueno, fue . . .
Comencé una larga
cháchara contando lo que trataba de recordar, pero me dí cuenta que ella estaba
como pensando en otro asunto, algo distraída y de repente una exclamación.
—Quisieras explicarme ¡por qué sucedió justo cuando tú estabas en
ese submarino! Cuando apriteorn estaban tan felices ustedes.
—Si así es
—De qué conversaban allá .
—En verdad carecíamos tiempo para conversaciones privadas, solo de
nuestros anhelos.
—¿Y conversaban de ella?
—De su novia sí, quería casarse, aun no la conocía.
—Y tú ¿le contabas de la tuya? —noté la indirecta hacia
Mystysiva—de tu mujer, tu "Zarina Mystysiva" —sentí que me agredía,
el tono irónico que usaba era para provocarme.
Quería dijera:
"¿A qué te refieres nombrando con ese tono irónico a mi gran amor, mi
única, etcétera, etcétera". Pero me acordé lo conversado con su hermano momentos
antes de que falleciera y no quise agredirla.
—Si, comentamos sobre su próximo matrimonio, Ámbar sería madrina
de su novia.
—Sí, así es.
De repente el
silencio.
Hacia la pista de
despegue una elevadora llegaba, trayendo su cargamento de seres humanos ak akdi
uestyri gente transitaba, me quedé petrificado viendo la nave, es que no hallaba
qué decirle. Sentía su dolor, sentía que deseaba achacar a alguien del
fallecimiento de su hermano, alguien debe ser el culpable a quien culpar,
criticar agredir para desahogarte.
—Mi abuela no quería que él hiciera ese viaje en aquel submarino.
—Tu abuela dice que es clarividente y esas cosas que yo no creo.
—Si, tú no crees en nada. . . —se quedó esperando mi respuesta que
no hubo.
—Solo crees en una cosa Xxxxxx, —ahora usando el diminutivo de mi
nombre para cerciorarse que no me molestaría lo que ella diría— solo una creencia
que no te llevará a ninguna parte.
—¿Y cuál es esa creencia? —pensaba me diría que soy agnóstico.
—Es una fantasía llamada Mystysiva, ella está en tu alma y tu mente,
es como un dios que impone su voluntad y eres su esclavo, al final no dejarás
ni descendencia de ella, solo serás un niño con tu diosa y cuando ella no
exista te darás cuenta que debisteis haber crecido y ser un hombre.
Aquí comenzaba a
molestarme su acritud, pero como soy inteligente deduje que ella y Emerson se
habían puesto de acuerdo para hablarme, convencerme, a que abandonara a mi amor
y fuera la pareja de Ámbar. Ahora entendía la conversación de él momentos antes
del incidente.
—¿Y cómo está Ámbar? —trate de cambiar de tema.
—Ella está en el norte con su abuela, después del funeral ha decidido pasar allá el resto del año.
Estaba muy apenada.
Me extrañó que no
me dijera: “Ve a ver a Ámbar y consuélala, recuerda que él quería que tú fueras
el marido de su linda hermanita menor”, pero no, Milashka estaba lejana, fría.
Le hice otras
preguntas, pero no contestó y solo me dijo:
—Adiós teniente Xxxxxxxx Axxxx.
—¿Teniente por qué? si aun no he egresado.
—Sí, ya lo serás, lo serás, disculpa tengo que irme.
Tan fríamente se
fue que no fui capaz de replicarle.
Me quedé ahí
solo, no sabía qué hacer, solo miraba aquella hermosa nave iy mi imaginación
volaba. . .! ¡Cuánto anhelaba ser tripulante, ascender a los 50 km sobre la
tierra y desde esas alturas movernos por toda la circunvalación terrestre! ¡Que
hermosas y potentes naves las de esta generación! Y talvez, si talvez estuviera
vivo para la futuras tecnologías cuando estas naves den el salto hacia otros
planetas. . . mi mente afiebrada de infantilismo solo vivía en fantasías.
¡Estúpido! Ha
solo 5 horas de aquí (velocidad de elevadora) hay una guerra y yo soñando con
viajar por los aires, por el espacio exterior ¿a dónde? hacia algún lugar donde
pudiera comenzar otra vida, una vida muy diferente a esta en la tierra. Esta
tierra mala, sangrienta, pecaminosa, brutal, corrupta, traidora, desleal, sin
cariño, deshonesta, sin compasión con el desvalido.
Me acordaba de mis
abuelos, abuelo fallecido por un médico sin escrúpulos, mi abuela enferma de la
mente y robada por su propio hijo; yo solo, abandonado y recogido por el Estado
y sobre todo por ella, ella, ella mi amor, mi única, mi linda Mystysiva, mi
zarina hermosa, la vida de mi vida.
Al pensar en ella
una sensación de agrado, de valor, de fé, de esperanza recorría no solo mi
alma, mi mente, incluso mi cuerpo parecía vivo, fuerte, ágil esperando verla,
sentirla cerca.
Instantáneamente
deseché mi dolor por el infausto accidente donde un cercano había fallecido.
Ahora recuerdo que tengo un norte, un objeto de veneración, es ella mi alma gemela,
mi único ser en esta vida.
¿Y Ámbar? Bueno,
sí es linda, hermosa y frágil, pero ¿acaso vino a saludarme? Se supone que
debería estar conmigo preguntándome detalles de cómo falleció su hermano; inquiriendo
en los últimos momentos de su vida, pero ni siquiera me llamó y vean ustedes
que solo sus hermanos ha venido a recabar datos del accidente.
¿Cuál es ese cariño
tan grande por mi? ¡Solo falsedades! Mystysiva es mi verdadero amor, ella es
quien me ama en este inmunda tierra.
Días mas tarde
pensé en visitar a sus padres, pero alguien a cargo de su domicilio me dijo que no estaban lo que significaba que no me
querían ahí. Intuí al tiro que algo me achacaban de la culpa de su hijo,
seguramente me acusaban de ser un mala suerte.
Por eso cuando
alguna vez mi visor holográfico recibió una comunicación de Ámbar, no contesté.
Incluso otra ocasión me pareció que una elegante joven, mas alta que yo, y de
ojos negros miraba hacia la salida de mi academia, quise creer que era ella,
pero nunca mas supe de ellos directamente, solo por terceros.
Para resumir esta
historia solo diré que tres meses mas tarde nos enviaron a terminar el primer
viaje de entrenamiento en otro submarino, era moderno, en aquel hice el viaje a
la Antártica y dimos vuelta por este hemisferio; posteriormente fui destinado
en un año a tres submarinos diferentes en los cuales mi desempeño era
sobresaliente, además en mi hoja de servició quedó las sensación de que me había
comportado bien durante el incidente, era mirado como un excelente tripulante.
Doce meses mas tarde era nombrado
subteniente en la marina y momentáneamente era enviado a desempeñarme en la
zona norte hasta esperar mi destinación al exterior, aquello tan codiciado por
el pago extra en créditos que nos darían.