Cuando
llegué a casa estaba Mystysiva esperándome, se le notaba alicaída, pero no le
dí mayor importancia.
Como
hacia un mes no cogía con ella, comenzamos a hacerlo, pero en un momento
comencé a sentir que jadeaba, pero no por el juego sexual, inmediatamente
pregunté qué le sucedía, pero solo dijo era jaqueca, algo que no creí, así que
después de un largo rato convenciéndola me apresuré a llevarla al servicio
salud, pero ella porfió conmigo para que la llevara a la capital donde se
hospedaba. Así que debí pedir permiso y cogí el pequeño elevador suyo; ahora
había aprendido a manejar estas naves, aunque solo me elevaba a una baja
altura, no superaba los 5 metros, la distancia mínima que se exigía de
elevación. En el viaje ella absorbió un compuesto favorable (esto era en base
de yerbas alucinógenas mezcladas con ADN propio).
Mientras
se dormía a mi lado, comencé a experimentar una extraña sensación, talvez
porque era el viaje mas largo que efectuaba como conductor de una elevadora, a
baja altitud por supuesto, ya que estas destinadas a los particulares no se
superaban los 50 metros. En un momento Mystysiva comenzó a balbucear algunas
incoherencias, talvez propias de aquellas personas que gustan practicar el
esoterismo, las invocaciones a supuestos espíritus, a las deidades ocultas y
todo eso. Al mirarla sus ojos mostraban que hablaba dormida. Intenté moverla
para despertarla, pero no se despertó sino que sus labios hablaban aunque sus
ojos cerrados, como supuse que la medicina ingerida había sido excesiva, la
dejé balbucear esas incoherencias, aunque comenzó a referirse a hechos de mi
vida, sobre todo cuando aun era pequeño y que solo en familia conocíamos.
"Xxxxxxxx
cuidado con esos vehículos, pueden atropellarte ¡No corras en la calle!"
Mientras
un coche blanco arremetía a toda velocidad
y me quedé estupefacto sin capacidad de moverme, solo un segundo mas y
moriría atropellado por aquel armatoste de cuatro ruedas, pero una mano
salvadora me lanzó fuera y sobreviví.
"¡Adentro
todos, algo sucede afuera!". Era mi abuela que pensaba un relámpago
impactaría cerca, pero el haberme retirado rápidamente hacia la casa, mientras
momentos después un rayo descargó su poderosa energía eléctrica calórica contra
el pequeño banco en el cual estaba sentado momentos antes. Sucedió cuando
cumplía un año.
"Oye
Xxxxxxxx, no debes temer esconderte, porque un día deberás salir, te lo dicen
tus abuelos y por favor no consumas tanto azúcar”.
“¿Recuerdas
a esa niña mayor que se encargaba de cuidarte cuando tenías dos años? tus abuelos
te llevaron a la capital un verano durante dos meses. Ella falleció un año mas
tarde, pero no fue un accidente, era su destino, soy yo, soy ella y he vuelto
para cuidarte de nuevo como cuando fuimos felices allá en la tierra de Summer”.
Aquí
comencé a detener el vehículo y lo bajé a una zona de aparcamiento, miré a mi
amor y la moví para despertarla, abrió sus ojos, sus hermosos ojos azules, gris
claros o quizás de que color que aun no identifico. Como si estuviera en
trance, pero lentamente comenzó a volver en sí.
Noté
que transpiraba muchísimo, le tomé la presión y noté que su corazón estaba algo
acelerado, le pregunté si la llevaba inmediatamente a un servicio médico, pero
ella me miró y con una hermosa, suave y complaciente sonrisa me advirtió que
debía dejarla en casa, ahí ella se arreglaría.
Años
mas tarde entendí que aquellos momentos ella pensaba que moriría y debía estar
con quien su corazón, su alma de ser humano sentía como gemelo.
Partimos
y finalmente llegué a su casa, ella sacó fuerzas y se sentó al mando del
vehículo, pero no fue capaz siquiera para intentar levantar el carro, así que
decidí exponerme y conduje este pequeño coche hasta el lugar donde vivía con sus
padres y esposo.
Mientras
ella llamaba a su familia que la recibieran, ahora nuevamente mi mente volvía
al presente y sentí esa sensación desagradable de tener que enfrentar un
problema con gente desconocida.
Al
llegar nos estaban esperando un hermano suyo a quien solo conocía por holografías
(y ellos a mí).
Al
principio pensaron que era un compañero suyo ya que Mystysiva estudiaba
enfermería en un instituto, pero como al salir fue tan apresurado no alcancé a
cambiarme y usaba mi uniforme de la marina.
Inmediatamente
entendieron quien era y noté su desprecio.
"¿Así
que este miserable es el que aparta a nuestra hermana de su flamante
esposo?"
Apareció
una hermana mayor suya, de agradable aspecto. Pero felizmente lo que temía:
encontrarme con su esposo, no se produjo ya que él estaba en el exterior.
—
Ella dice no sentirse bien y creo sería conveniente llevarla al servicio salud.
—Sí,
sí no se preocupe.
Mientras
la ayudaban a bajar del vehículo, en un momento ella sujetó mi mano y quiso
darme un beso en los labios, pero la retiré, tenía tanto miedo de ellos y lo
que dijeran.
Ella
entendió así que su mano apretó fuertemente la mía, en esos momentos tensos
pensé que era nuestra despedida, sentí que ya no la tendría mas, no sé por qué
elucubré este terrible pensamiento.
¡Mystysiva
es mi ÚNICA, mi hermosa reina, mi baluarte de paz!
¿Por
qué? No lo sé, solo sentía que me iba de ella ¿o ella de mí se alejaba?
—Te
sostendré y vamos al vehículo grande Mysty—era un familiar.
Intercambiamos
algunas palabras que no recuerdo debido a la tensión que sentía.
Me
quedé mirándolos como la transportaban. Raudamente partieron, iban todos, pero
acá quedó su hermana mayor a cargo del pequeño elevador.
Mientras
me escudriñaba de una forma atroz, quise ocultar mi uniforme, quería que
pensaran que solo era un "amigo" de un compañero de clases, pero era
imposible.
—Tú
estudias con ella?
—No,
no, solo soy amigo de un compañero suyo.
—¿Y
cuál es el compañero de ella al cual tú conoces? los conozco a todos —era su
hermana muy suspicaz.
—Es
que no nos conocemos tanto —la tensión dentro de mí iba en aumento.
—Ya
veo, ya veo —mientras hacia un gesto de sonreír ante la ridícula mentira ¡Nunca
he sido bueno para mentir!
—¿Qué
edad tienes? eres muy joven para ser oficial.
—Tengo
27 ya.
—Vaya
pareces mucho menor, de diez y seis o algo así.
Me
quedé callado mirando a lo lejos como los vehículos se perdían en el cielo.
—Así
que eres amigo de un compañero, mmm. . .
La
hermana me amenazaba con sus palabras y pensaba: “¿Acaso quieres que reconozca
que soy el amante de tu hermana?”, así mis pensamientos internos.
—Extraño
porque nunca he sabido de un amigo de un compañero llamado
"X.X.X.X.X.X.X.X X.X.X.X.X"
—Es
que soy muy nuevo. Espero ella esté bien atendida.
—No
te preocupes, ya le ha sucedido antes y se pondrá bien. Y dime ¿qué hacías con
ella tan lejos?
Ni
siquiera la medicina de cocaine y ADN que usaba
para evitar el rubor facial y el asma evitaron que me pusiera colorado,
lo que acentuaba mas mi nerviosismo y mi asma amenazaba aflorar; es que no
sirvo para estos asuntos emocionales ante desconocidos.
—Debo
irme —mientras comenzaba mi andar hacia una avenida.
—¿Pero
te irás solo?
—Si
es que debo retirarme ahora.
—Pero
si vienes desde el Sur a mas de 500 kilómetros y te irás así como así
"Xxxxxxxx"?
Era
terrible la situación, me sentí pillado, como si hubiera sido un delincuente
¿por qué? por estar con una mujer casada en una nupcias monógamas. Si hubiera
sido en matrimonio polígamo no sería problemas, pero ella eligió el matrimonio
unígamo y era mal visto que las personas que incursionaban sentimentalmente con
parejas que estabas casadas bajo este estado marital fueran sus amantes. Era
una cuestión de moral.
—Me
voy.
—Espera,
debes darme el activador del vehículo —indicándome hacia el pequeño elevador de
Mystysiva ahora aparcado ahí.
—Si
aquí está.
—Ven
sube, yo te llevaré al terminal de buses o el de trenes, tú eliges.
—Usaré
el tren.
No
quise rechazar su oferta ¡me arrepentiría después!, pero sería ahondar en mi
desatino así que subimos al elevador mientras ella muy ágilmente tomaba los mandos
y ¡voilá! en un momento ya estábamos a diez metros de altura. Increíble que
manejara tan bien, mejor que este servidor y mi amor Mystysiva.
Cuando
ya el vehículo estaba a una altura mayor, parecía que ella quería moverse muy
despacio en estas carreteras aéreas.
Una
llamada de su madre le indicaba que Mystysiva ya estaba bien atendida en una
clínica.
—Cerró
el transmisor y recomenzó su cháchara inspectiva irónica
—Vaya
que eres joven, cómo conocisteis a mi hermana, tus padres la conocen? A mi
hermana siempre le gusta "lo oculto" —mientras efectuaba esas miradas
insinuantes hacia mí.
Trataba
de balbucear respuestas, pero soy muy torpe para esto y notó mi intranquilidad
que trataba de disimular mientras contemplaba el hermoso paisaje a estas
alturas de 30 metros.
De
repente la pregunta terrible:
—Así
que tú eres el amante de Mystysiva ¿verdad?
Me
sentí desnudo ante este áspid, también bonita (incluso mas que mi amor), pero
sin la chispa, esa mirada de mi dulce demonio astral.
Callé,
callé, callaba y ya estallaba de una mezcla de rabia por las impertinentes
preguntas y vergüenza ¿respondo o no?
—No
te preocupes, entiendo, son cosas "privadas", pero acuérdate que ella
tiene pareja y eligió el matrimonio monógamo, entiendesss teniente
Xxxxxxxxxssss?
Aquí
me desarmó porque la insinuación de la frase indicaba que Mystysiva le había
contado todo de mí.
¡Cómo
puede ser tan tonta de contarle cosas privadas de su amante a su hermana!
¡Qué
pasa por la cabeza de estas personas que cuentan sus amores “privados” a otros,
incluso a sus familiares!
—Es
que así es la vida.
—Si
así es la vida Xxxxxxsss, tú lo has dicho.
Quise
cambiar esta incómoda posición de gato mojado de espaldas ante la víbora.
—Y
dime tú estás casada o algo así, porque ella nunca habla de ustedes —esto era
muy cierto ya que Mystysiva jamás contaba acerca de su familia.
—Vaya,
así que ella no te cuenta de nosotros.
—No,
es su vida privada.
—¿Y
la de su esposo te la cuenta? —otra vez el ataque— Es decir, perdona, trato de
explicarme que a ella le gusta los misterios.
—Nada,
solo vivimos la relación y nada mas. Es nuestro mundo privado.
—Si,
ya entiendo.
—¿Y
tú vida sentimental Tabri como es? —trato de evitar me siga interrogando de
mi relación con Mystysiva.
—Soy
soltera, ahora no tengo pareja, además espero tener una sola pareja, no me
siento bien con varias —mientras me miraba de reojo en vez de poner atención al
conducir esta elevadora pequeña.
—Qué
bueno eso que dices porque la diferenciación con tu hermana te hace ver linda y
realmente ustedes son muy bonitas.
Ante
los halagos sobre su aspecto físico hacen que la víbora se relaje y cambie la
conversa en temas menos personales. Además me gustaba físicamente. Con un
hermosa cabellera lisa y castaña y unos coquetos ojos café, era de un carácter
diferente, mas extravertido diría en esos momentos.
Diez
minutos mas tarde descendemos al lugar de embarque de trenes. Estaba atestado
ese día, además aunque estaba este continente en estado de guerra, las fiestas
no mermaban y los días de festejos comenzaban esa semana.
Al
abrir la carlinga del vehículo ella me despido de ella deseándole felices
fiestas. Quise pedirle que me tuviera informado de mi amor, pero sería un
exceso de confianza esto.
—Adiós Tabri —creyendo que nunca mas la vería.
—Hasta
pronto, cuando nos veamos de nuevo Xxxxxxxx —mientras alargaba para darme un
beso en la cara.
No sé por qué razón me fascinó ese
beso.