Al
acercarme a la cama de abuela noté algo extraño en ella: era como si hubiese
estado durmiendo un sueño de años y ahora despertaba, muy aletargada, con las
facciones derruidas x la edad, pero con su mente normal ¡no puede ser esto,
sería un milagro!
-¿Patito que
me ha pasado? Dónde estamos -como atontada por tanto tiempo sin conciencia
propia.
-Estamos de
noche abuela ¿le preparo su mate con
quesillo y galletas? -esperaba evitar se diera cuenta de la tristísima
realidad en que vivíamos.
-No, no, no nieto
querido, por favor ¿en qué año estamos?
-Es tarde y
le voy a preparar su alimento -pero era estúpido decirle eso en estos momentos
tan extraños.
-No, no, deje
eso, nada de alimento solo quiero saber que me ha pasado.
Trató de incorporarse como
cuando ella era ágil, pero ahora estaba casi postrada, le era imposible
levantarse con la agilidad habitual de años atrás. Hizo un intento y se dio
cuenta que habían pasado los años, la ayudé a levantarse y ella se dirigió al
baño, pero al encender la luz lanzó un grito terrible: miró el espejo, como
cualquier otro día, pero esta vez ella se dio cuenta de su cara demacrada por
tantos años en que el sufrimiento de su enfermedad mental le inducía a la
violencia mental, emocional, espiritual y física.
-¡Xxxxxx mire
mi cara! ¡Qué me ha pasado! -la frase la repetía y empezaba una especie de
sollozo ahogado.
-¿Es que no
se acuerda que hace años enfermó de su mente, el Alzheimer? -traté de
expresarlo con palabras muy suaves, pero soy torpe al expresarme verbalmente.
-¡Nieto mire
esa cara! ¡No puede ser tanta edad! Llama a tu abuelo., llámelo por favor.
-Sabe mejor
se sienta y le voy a preparar alimentos -¡Cómo le iba a decir que abuelo está
muerto hace 6 años!
-No, no ¿dónde
está Juan? -mientras pregunta por el abuelo empieza a moverse con más agilidad
de un lado a otro y comienzo a inquietarme mucho.
-¿No se
acuerda lo que le sucedió abuela?
-Si, si algo
recuerdo, parece que tenía problemas a la mente y. . . -no terminó la frase y
como si hubiera entrado en una especie de transe o algo así porque solo se
sentó en un sillón y miraba el cielo raso de la habitación.
De repente
noté que estaba más tranquila y fui a preparar algo, pero no porque ella lo
necesitara, más bien para distraerme del temor que me producía la inusual situación.
Incluso activé el comunicador para llamar el tío-buitre ese pero su teléfono
apagado como es costumbre de esos miserables que me dejaron solo atendiendo a
mi abuela.
Rápidamente en un pote le coloco
fruta duraznos en conserva y le sirvo. Ahora notaba en ella sus facciones como
si fueran normales, pero con un aire de profunda tristeza, algo que en su época
de locura no tenía.
-Abuelo
falleció hace 6 años y yo vivo con usted -mientras le sirvo el alimento.
-No, no
quiero nada ¿y quién mas está viviendo con nosotros aquí?
-Solo yo, los
tíos ya no viven aquí.
Balbuceaba algunas frases muy
bajas que no entendí.
En eso sentí el comunicador y al
revisar era el tío-buitre quien por alguna extraña razón me llamaba.
-¿Alguna
novedad sobrino? -me extrañó su pregunta.
-Es abuela
que parece estar en alguna crisis o algo así tío.
-A qué se
refiere sobrino -noté un inusitado interés en el estado de abuela, algo muy
extraño en ellos.
-Yo que Ud.
viene a verla ya que está muy extraña, es como si hubiera recobrado la
conciencia, la mente, pareciera estar recobrando la memoria. . .
-Vamos para
allá, déjanos abierta la reja -ni siquiera me dieron tiempo de explicarles más.
Seguramente los buitres estos se
dieron cuenta de que si abuela se sanaba se les acabaría el robo de los
créditos de ella.
Al volver al living donde ella
estaba la noté ¡normal! como si sus facultades hubieran vuelto ¡qué milagro
este! Inmediatamente me imaginé que con ella controlando los créditos para
nuestra mantención nos iríamos a vivir al Sur con el tío que nos ayuda. Y
volveríamos a vivir como en familia, como cuando vivíamos felices en casa,
antes de aquella triste enfermedad mental. Al tiro me alegré, mi mente infantil
aun no percibía que algo muy terrible sucedería. . .
Estaba feliz y ahora sí esos
miserables buitres dejarían de abusar de nosotros.
-¿Abuela le
preparo el mate con galletas, quesillo? -pensando distraerle sus pensamientos
hasta que llegaran.
-No nieto,
ahora será mejor vuelva a acostarme, además soñé con tu tío Héctor y espero que
me venga a buscar.
-¿Y qué le
decía el tío? Seguramente si Ud. se, se, o sea mejora, o sea le vuelven los
recuerdos de nuestra vida ellos nos buscarán una casa en el Sur -me emocionaba
al imaginar que nos largaríamos de esta miserable ciudad y de esos buitres
ladrones.
-Patito Usted
debe prepararse porque un día no estaré, ya no me agrada esta vida.
-Pero abuela
usted aun tiene tiempo y vea que yo la necesito porque no puedo acostumbrarme a
salir de casa
-Nieto
querido, pido tanto a Dios para que usted esté preparado para salir al mundo.
Ya no podremos ayudarle sus abuelos, pero entre los cuatro desde el cielo lo
cuidaremos.
-Si gran
abuela, pero no se preocupe -evité que continuara porque recuerdo cuando
evocaba a mis padres y comenzaba a llorar.
Esta noche ella se quedó dormida
y me dejó muy emocionado porque si sucediera el milagro de que su mente
volviera a la normalidad ya tendríamos un mejor pasar de vida y allá en el sur,
no en este miserable lugar.
Intentaba comunicarme con
Mystysiva, pero los problemas en la Red y los demás sistemas era imposible,
solo los que poseían equipos potentes accedían a recibir noticias de los demás.
De repente escuché un grito casi
gutural, así que bajé al primer piso y allí estaba abuela, caída de rodillas y
mirando el techo, como si viese algo flotar.
-¡Aléjate,
vete por Dios, aléjate! -mientras daba unos fuertes gritos de terror ante lo
que yo no veía.
¡Abuela que
pasa!!
-Aléjese Xxxxxx,
son los demonios esos, esos que hace 20 años ingresaron con nosotros.
Aquí empecé a recordar mi niñez
y otras historias que me contaban de cuando mi abuela, criada en una familia
religiosa, pero practicante del espiritismo junto a otras personas usaba su
tabla/mesa qouija. . .
-¡Tranquilícese
abuela, por favor qué está viendo! -no me pregunten por qué supuse que ella
veía algo oculto para mí.
-¡Atrás
asesinos, atrás en nombre de Jesús y la Virgen! -balbuceaba estas frases con
una fuerza tremenda y además su rostro empezó a adquirir las facciones
violentas.
Entre otras frases grotescamente
reproducidas con la ira alcancé a entender que decía:
"¡Fuera Lilith,
fuera falsa Virgen de mi familia, nunca tendrás nuestras vidas!"
Una especie
de movimientos intentaba abuela contra el aire, como si viese algo que la
rodeaba, así que me acerco y trato de calmarla:
-¡Abuela por
favor qué le sucede! No hay nadie más en esta casa.
-¡No Xxxxxx!
¡Ahí están! ¿Cómo no los puede ver?
-¡Malditos
asesinos, demonios váyanse!
Y así una serie de gritos
estrafalarios e inconsistentes (para una persona normal) empezaron a salir por
su voz, incluso llegó a tanto la fuerza verbal suya que escuché en otras casa
encendían las luces. En un momento ella tomó un antiguo macetero (sin flores
ya) y lo lanzó contra una esquina de la habitación, aquí ya no hallaba qué
hacer cuando siento un coche estacionarse afuera, inmediatamente algo de
sosiego sentí al saber que eran el miserable tío buitre y su esposa, la muy
miserable que ahora estaba "preocupaba " por su suegra.
Fui abrir la puerta, aunque
antes de entrar debieron conversar con algún vecino que preguntaba por los
violentos gritos de abuela.
Por ello
junto con estos buitres entró un desconocido para mi vecino y su mujer,
individuos que nunca nos ayudaron cuando vivíamos aquí, pero ahora ante el
temor de una anciana que grita demencialmente se atreven a ofrecer su "oportuna ayuda"
-¡Vámonos
desta casa! huyamos de aquí. Nieto Xxxxxx traiga las maletas nos debemos ir.
Alcazaba a entender estas frases
de abuela, pero en esos momentos ya están los cuatro dentro del living donde
abuela sufre al ver seres imaginarios (¿realmente eran imaginarios?).
En eso ella advierte al hijo que
se supone debe velar por su mantención ya que posee el derecho de tuición legal
de ella (y sus bienes).
-Tú miserable
hijo que me dejas abandonada, ni siquiera alimentos nos traes.
La expresión de violencia contra
este sinvergüenza hijo suyo es captada por los vecinos, los cuales obviamente
sospechaban desde hace tiempo la falencias económicas que padecíamos, pero nada
hicieron, se quedaban callados, como las hipócritas sociedades que ven sufrir
en silencio a otros y solo cierran sus ojos para no ayudar.
¡Miserables, huya nieto, váyase
deste lugar!
Aunque también porque se dio
cuenta que madre había recobrado la mente, los delataba y creyendo que si ella
se sanaba los acusaría de apropiarse de tantos créditos y así les quitaría el
control sobre lo que abuelo dejara para nuestra manutención y ellos perderían
el "negocio", es que rápidamente ellos se pusieron a cavilar mientras
los advenedizos vecinos trataban de calmarla. El buitre-tío llamó a una
ambulancia para llevarla a una clínica.
Todo fue muy rápido, incluso
ella se había calmado y hasta empezó a disculparse con los vecinos.
-Perdone Uds.
¿quiénes son?
-Somos sus
vecinos y al escucharla gritar hemos venido ayudarla.
Me pregunto ¿y las innumerables
ocasiones en las cuales ella gritaba, vociferaba frases peores a las de este
momento y nunca entonces se acercaron a ayudar? pero alguna razón oculta habría
en que esos vecinos y el miserable buitre-tío ahora despertaban de su letargo y
consentían en que ella debiera ser examinada por los médicos de la mente.
Antes
de media hora el vehículo (de tracción terrestre) llega, pero noté que no era de los servicios de salud del
Estado, más bien de una clínica de dudosa capacidad médica, la cual años más
tarde se descubrió que era usada por muchas familias que se deshacían de los
ancianos enviándolos ahí por una módica suma de créditos.
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