Después de aquellos incidentes entre ella y Milashka, solo una vez volví
a ver a mi ex-compañera de curso y fue cuando me contactó para concurrir a
entregarle personalmente a la hermana de Antártico ese pequeño disco con
archivos privados que tenía guardado y que no fueron requisados ni revisados
después de aquellos tristes sucesos.
Milashka
no evitó referirse al tema de Ámbar durante la graduación.
—¿Xxxx, alguien te ha dicho que eres un tarado?
Milashka
era directa y daba miedo su carácter fuerte,
—Sí, tú lo haces ahora.
—¿Te das cuenta que desperdiciastes a una
bella mujer? ¡Cuántos no darían por estar con Ámbar y tú no la quisisteis! ¿Qué
tienes en el cerebro?
—No tengo cerebro, solo tengo corazón y
Mystysiva es la única mujer que he amado ¿No lo puedes entender acaso?
—Si lo entiendo, pero ese amor es
enfermizo, no te llevará a ninguna parte. Terminarás en la vida solitario como
el búho.
Milashka
profetizaba.
Como
en el campamento no se permitía acceso a la red, entonces guardábamos los
archivos en nuestros propios chips, implantados en el brazo. Pero aquellos que
esperaban mayor privacidad, ya que en la milicia hasta tu cuerpo pertenece a
otros, estos archivos como hologramas, videos, etc. los ubicábamos en esos
pequeños chips que se ocultaban en otro lugar o entre amigos. Así cuando los
fiscales revisaron las cosas de mis amigos no encontraron los hologramas
personales y ahora le entregábamos a su hermana estos recuerdos tan anhelados.
Ella no sabía de esto y estuvimos un día con ella conversando sobre su hermano.
Era triste su historia, ya que sus padres habían fallecido en un
accidente vehicular. Eso talvez hizo que empatizara conmigo ya que mis padres
(a quienes no conocí) les sucedió lo mismo.
Estaba
por retirarme de aquel frío lugar, era una tarde de invierno y hacia el
hermosísimo y diáfano cielo estrellado se percibía una noche de intenso frío
invernal de 20° bajo cero.
La
villa donde ella habitaba serían unas cuarenta viviendas, todas con sus
sistemas individuales de clima y producción alimentos, por si fallaba el
abastecimiento desde el continente madre.
Dentro
de mí quisiera haber sido colonizador de este territorio.
Milashka
era muy intuitiva y como estaba enamorada de Antártico revisaba todo aquel
lugar donde habitara desde la infancia su perdido y fugaz amor. Varias vistas
holográficas nos mostraban de la vida de nuestro compañero. Pero también otros
grabados en aquel lugar mientras él estaba acá en el curso de entrenamiento.
En
uno de ellos aparece la casa de esta antártica familia y distingo algo
habitual: aquella especie de neblina oscura.
–¿Qué
es aquello?
–No
sabemos , un día quedó la grabación y cuando la vimos nos pareció algo extraño,
talvez sería alguna fuga del gas neón que usamos para alumbrar el exterior en
este frío clima.
Obviamente
para ellos no era importante ese detalle, pero para mi era la tercera vez que
conocía de esta "neblina".
Pasadas
24 horas en aquel gélidamente hermoso paraje, me despido y abordo la nave;
Milashka se quedó allá con la que habría sido su cuñada. Me impresionó este
viaje porque nunca había visitado personalmente esta zona, solo en holografías
percibía los aromas y sensaciones que provoca vivir aquí, pero nunca en persona.
Lo encontré mas frío de lo que pensaba.
Esos
días en que me preparaba para la incorporación al curso de tripulación
destinado a naves elevadoras, hube de habitar en una ciudad puerto del
sur. Para los días libres alquilé una
pequeña habitación con piezas anexas. Como me pagaban un sueldo mensual era
increíble la estabilidad en mi vida. Mi único trabajo sería el entrenamiento
destinado a esas impresionantes naves.
Los
demás cuando tienen días libres pueden estar con sus familias, pero yo no,
carezco de una y la única persona que tengo es ella, mi zarina, la cual cada
vez me visitaba menos por su obvia vida de casada.
Pero
¿por qué ella casi no habla de su relación con su esposo? Al crecer comenzaba a
elucubrar este tipo de preguntas.
En
aquel lugar aprendí a vivir cerca del mar, con todo ese aire marino impregnado
del aroma a sal y peces. Pero de repente mis brotes de asma me agredían, es que
la medicina ADN no solucionaba toda enfermedad como creíamos.
Pero
me era imposible evitar encontrarme con
Ámbar, ahora mas alta y crecida, debido a que su hermano mayor estaba
preparándose como oficial de submarinos en la y en ocasiones ellos eran
enviados a nuestro grupo para que conocieran del entrenamiento para una
elevadora.
Él
había sido un patriota y aceptó el sacrificio de postergar su anhelo por ser
tripulante de una de estas naves y prefirió servir en submarinos. Tan
necesarios en aquellos años de las guerras. Cada vez conversaba mas con él y se
formó algo así como una amistad lejana con ellos ya que aunque Mystysiva me
prohibía todo contacto con la familia de Milashka, me era imposible esto cuando
en el país todos nos contactamos por la red.
Además
algo estaba sucediendo en mi persona, es lo que se llama el crecimiento, la
madurez emocional, desde un adolescente a un joven y a un adulto joven. Ya
contaba 28 años y aunque estaba muy enamorado de ella, no estaba dispuesto a
ser su perro faldero.
Y
ella lo entendió, sabía que no debía tratarme como antes.
Me
había olvidado de abuela, seguramente la dejación propia de mi edad y estas
nuevas emociones que ahora experimentaba en mi vida. Además como no era el
encargado de su atención, sino de esos cerdos miserables que usaron de todos
los créditos que abuelo dejara.
Fue
una llamada mientras estaba en este lugar frente al Pacifico O. que me hizo
concurrir a la antigua ciudad donde viviera, y es que me habían dado la
noticia: abuela había fallecido unas horas antes.
Como
era uno de los nietos cuyo nombre accidentalmente aparecía entre los familiares
suyos, entonces me avisaron, ya que el miserable tío nada me dijo del deceso.
Llegué
a la clínica mental donde ella pasara sus últimos años en completa soledad,
porque no fui capaz de visitarla, tan embobado estaba con mi amor Mystysiva que
me olvidé de abuela. Recuerdo que había dicho para mí: "Prometo visitarla
todos los meses", pero después de egresar de aquel campamento, y teniendo
oportunidad de cumplir esto, por dejadez y sobre todo porque ella, mi zarina,
me llenaba mi soledad, me olvidé de abuela. Aunque si la hubiera visitado ella
no me habría reconocido, pero mi deber moral era haber estado con ella hasta el
fin. No cumplí.
¡Adiós
abuelita! tú y abuelo me cuidaron hasta el fin de sus días porque aunque tú te
volvisteis demente, sé que tu corazón siempre estuvo conmigo.
Dicen
que falleció en el sueño. Pero años mas tarde alguien que fue enfermero
precisamente suyo me comentaba que no fue así y me relataba que constantemente
sentía que algo o alguien estaba acechándola, incluso me llamaba ya que tenía conciencia
de mi existencia. Este mismo enfermero me contaba que el último mes de su vida
ella parecía recobrar la memoria, ya que conversaba con ellos normalmente y
pedía verme, expresaba que necesitaba explicarme algo acerca de mi pasado, de
mi nacimiento, pero estos detalles se los entregaban al tío y ya sabrán que ese
miserable no me llamaría para anunciarme esto.
Pero
no debo evadir mi gran error, la culpa fue mía por no concurrir donde ella.
Solo mi culpa es.
Según
supe ella en algunos momentos de locura expresaba frases como esta:
–El
demonio Xxxxxx, huya, huya por favor, está con usted, huya de él porque lo está
persiguiendo.
–¡El
Satán en nuestra familia!
Y
frases similares según me contaban las personas que estuvieron con ellas en sus
últimos momentos.
Así
ella desapareció de mi vida. Lo mismo sucedió con mi tío del Sur, mi abuelo y
mis padres. Antes de cumplir 30 años había perdido a 6 personas que me querían.
Como
yo no estaba a cargo de ella quien hizo los trámites para sepultarla fue el miserable
tío. Así con el fallecimiento de ella,
el último eslabón con mi pasado desaparecía.
¿Qué
sería aquello que esperaba decirme? Talvez un
día lo sabré.
Adiós
abuela que me criasteis y yo no fui capaz de retribuirte. . .¡tantos días que
pasamos en casa junto a mi abuelo! Esa fue mi etapa de la niñez, adolescencia,
aquella juventud que parece nunca haber terminado y que impide actuar
emocionalmente con la sensatez de la edad y solo vivo por este amor no
correspondido de aquella hermosa joven que para mí no ha muerto y seguirá
existiendo en mi corazón.
Es
como si mis padres, abuelos, mi tíos, mis amigos y ella, Mystysiva, estuvieran
todos juntos esperándome al morir, pero mi mente fría, pesimista me indica que
no nos juntaremos nunca. . .solo falleceremos y ¡nada mas!
¡Felices
los que creen en sus fantasías religiosas! Al menos poseen la alegría de una
fe que les entrega fuerzas y
tranquilidad del alma para recordar a
seres queridos y continuar viviendo sin tristeza, mientras que yo sufriendo el
abandono de mis amados seres que alguna vez fueron mis cuidadores.
Es triste el destino de mi familia.
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