Mystysiva por alguna
razón no quería fuera enviado a esas naves que circunvalan el orbe aéreo y algo
sucedió con mi destinación, por mas que anhelaba ser tripulante de naves
aéreas, se me dificultaba el proceso de asignación y al final terminé en
entrenamiento de naves subacuáticas por otro año y medio.
–Puedes tener un accidente amor.
–Pero los submarinos son mas peligrosos, mira que ya han hundido cuatro
este año y dos mas por fallas mecánicas.
–Allá tú Xxxxxxsss ¿Porqué no te quedasteis en el país, por qué
tuvisteis que ingresar a la milicia?
–Porque no tenía otra opción. Necesito esos créditos para mi futuro.
–¡Ba, ba ba! son solo estúpidas decisiones. Te dije que tengo créditos y
podríamos los dos comenzar una vida en otro lugar, lejos de estas guerras.
–Es que necesitaba esos créditos y no se los pediré a una mujer,
–Ummm ¿de nuevo no aceptar ayuda económica de una mujer? ¡Es estúpido!
Somos lo mismo, no hay diferencia de sexos entre los dos ¡No lo entiendes!
En esos momentos no
entendía su lenguaje y como era machista solo atiné a imponer mi voluntad.
–Además Mystysiva, al egresar de los cinco años tengo acceso rápido a la
universidad y tú sabes que anhelaba estudiar leyes.
–Sí, eso debiera haber elegido.
Se quedó pensativa
mientras me acariciaba el cabello.
De repente inicié a quedarme dormido. . .
–Duerme Xxxxxxsss duerme, pronto estarás en tu nueva nave.
No
recuerdo cuan pr0fundamente dormido estaba pero soñaba algo extraño, eran
muchas imágenes cruzando mi mente. Veía gente, algo así como una ciudad, pero
era diferente, era muy antigua, sé que habían muros de piedras y algo afuera de
sus inmensas murallas lanzaba objetos que caía sobre techos calles produciendo
incendios. En eso empezaba a levitar y subía mas y mas, no podía detenerme,
sentí algo que me tocaba, pero no sabía que era. Aunque comencé a caer, era
como si la gran altura a la que había estado levitando ahora estaba cayendo, no
podía sostenerme en el aire y abajo veía esa hermosa ciudad, estaba rodeada,
era como una guerra y alcance a distinguir algo que reconocí: catapultas, de
esas máquinas antiguas fabricadas con maderas, sogas y hierro. Eso era una
ciudad asediada por algún ejército invasor.
Pero
suavemente caía, caía y no lograba elevarme, el miedo me acometía y el vértigo,
esa sensación de estar cayendo de una gran altura.
Al
despertar Mystysiva estaba ahí mirándome fijamente.
—¿Un sueño amorrrsss?
—Sí, un sueño demasiado realsss.
—Ves que en otra vida fuistessss otro ser
diferente.
—Deja ya esas leseras. Mirasss desde que
tússs invocasss a los espíritusss y esass leseras tengo estosss problemasss.
—¿Yo provocarte problemsss? desde chico
has tenido esos "problemsss" extraños ¿o no te acuerdas?
—¿Y como sabesss eso que me sucedió cuando
pequeño? si tú no me conocías, a ver dimesss Zarinasss
—Pero si tú me los has contado.
—Tienes razón Es que he tenido muchos
sueños.
—Talvez será que tu destino no es lo que
piensas, es otro, mucho mas interesante.
Mientras
acercaba sus hermosos labios para besarme con esa efusividad propia de una ser
pasional.
Quise
hacerle mas preguntas, pero la lujuria del sexo fue mas fuerte y estuvimos toda
la noche luchando en la cama, al despertar por la mañana siguiente ella no
estaba y se me habían olvidado las preguntas que esperaba hacerle, pero solo
una recordé:
—Cómo sabes esos hechos de mi niñez que ni
yo conocía.
—Ya te lo he dicho: tú dormido los
cuentas.
—¿Estas segura que hablo dormido?
—Por supuesto amor, es que no te acuerdas
al despertarte.
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