Antes de ingresar
a la nave en las oficinas nos permitieron
comunicarnos con nuestro seres queridos y por supuesto el único ser querido era
ella, así que imprevistamente la llamé y me contesta. como si hubiese estado
esperando la llamada.
— Xxxxxxxx estarán una semana en
Antártida ¿verdad?
—Sí, así será el trayecto. Es una
submarino algo viejo y le están probando nuevos equipos.
—Entonces tengo una sorpresa para ti,
estoy en la Antártica, en la ciudad de los hoteles.
—¿Y él?
—No importa, si él sabe que estoy en
Punta Arenas donde mi tía. Además viajaré con mis primos para conocerla. Nadie
se enterará, solo tu y yo —me decía
mientras con su mirada pícara, coqueta y sobre todo muy dominante me obligaba a
decidir lo que ella imponía.
—Tripulante Axxxx, ya estamos listos,
cese llamada —el comunicador me indicaba que el hermano de Milashka me llamaba.
—¿Está ese intruso del “hermanito” de
esa zorra Milashkita? —me pregunta con furia Mystysiva — ¿Porqué aparece
constantemente en tu vida esa gente? —me
insiste en derrochar desprecio por la familia de la linda Ámbar.
—Oye no seas chinchosa con mi gente, es
un camarada, gracias a él tuve acceso a ser tripulación de un submarino, si no
estas horas habría quedado en tierra y sin mis créditos por servicio en el
exterior.
—Sí, sí, siempre el "amigo",
ese tipo no te conviene —con esa
sonrisa irónica y despreciativa.
—Por qué siempre lo criticas, mira él
dice que tu eres bonita y hasta sospecho que tiene fantasías contigo.
-Si, sí, seguro que debe tenerlas, pero
lo detesto ¡detesto a ese tipo y a su maldita familia!
Seguramente
era Ámbar su desagrado porque la intuía cerca mío.
—Bueno amorsss —mientras holográficamente me mordía las
orejas y daba trabalenguas con sus labios que siempre me parecieron virginales.
—Ahora me voy y ya sabes debes esperarme
en el hotel aquel, ese pequeño, estaré ahí cuando llegues a nuestra Antártida.
Al
mediodía la nave parte hacia el sur en un emocionante viaje (para los novatos)
hacia el blanco continente, pero un día después esta bestia metálica pone rumbo
al Oeste. Informan que hay un cambio de ruta; ignorábamos a qué lugar iríamos,
salvo los dos comandantes, los cuales nos anuncian un largo viaje, primero a la
isla enigmática y continuábamos a Oceanía.
¡No
hay viaje a la Antártica!
Quisiera
haberle explicado a mi amor que no podía hacer NADA y ni siquiera contactarnos
con nuestras familias, porque precisamente es parte del entrenamiento cambiar
de dirección a lugares que tú no esperas ir.
Tres
días mas tarde llegamos a la isla, pero no desembarcamos y solo nos permitieron
comunicarnos con nuestros seres queridos para avisarles que nos iríamos por 40
días a otros destinos; el viaje a la Antártica sería en 60 días mas.
El
problema es que para comunicarme debía usar un sistema del gobierno que no es
privado es decir queda registrado a quien uno contacta y debía ser cuidadoso
con las palabras,
—Mystysiva ¿estás ahí?
—Sí que sucede estoy esperando.
—No podré ir a la Antártica, es que
ahora el comandante ha debido mover el submarino a Oceanía, así que no me
esperes, no estaremos ahí, pero te prometo que al retornar pediré permiso y
estaremos juntos.
No
alcancé a terminar porque ella cortó la comuicación.
Fue
la primera vez que ella cortara así con enojo una conversa conmigo, era como si
supiera lo que sucedió.
¿Y que podía hacer ? Solo soy un simple
tripulante en una maquina en que ni siquiera el capitán puede decidir su
destino.
Algo
dentro de mí intuía algo extraño. Recuerdo que dos noches antes tuve sueños:
aparecía mi abuela, tenía una casa y en otra casa estaba mi abuelo. Él
conversaba, pero mi abuela algo callada, yo golpeaba un muro, pero una
filtración sucedía y el agua salía, no tenía a nadie me ayudara, mis padres no
podían ayudarme y abuela gritaba: “Aléjese niño, huya lejos, lejos y viva”.
Solo fue un sueño.
Eran
las 20 horas cuando la nave comenzó abandonar el puerto de esa pequeña isla.
El submarino por fin haría una travesía
larga sin parar ni comunicación con el exterior durante 40 días, varios nunca
habíamos hecho este tipo de viajes, así que resultaba muy emocionante, el
hermano de Milashka si lo había hecho en dos oportunidades anteriores, así que
era "veterano" en tripular estas naves y ahora compartía mas
obligaciones y estaba destinado a un sector de la sala de máquinas. Allí debían
turnarse para vigilar a este mañoso aparato.
—Mira
Xxxxxxxx, al llegar podrás enviarle un saludo. Ella se emocionará, así como mi
novia está feliz esperando el saludo cuando me vea allá —era su hermano que
notaba mi nerviosismo al estar lejos de Mystysiva.
—Pero Mystysiva no es como tu novia.
—Son todas iguales. Al principio se
quejan , pero mas tarde entienden que en este trabajo deben aprender a estar
sin su pareja durante meses. Lo sé porque mis familiares son de la milicia
—Y te digo que ella es diferente a tus
mujeres de tu familia.
—Ya verás que tengo razón.
La
nave comenzó sus maniobras de navegación a tres diferentes posiciones, hasta
quedar a una baja profundidad y comenzar su periplo que debía llevarnos hasta
Oceanía y desde ahí dar la vuelta del hemisferio Sur, todo por las zonas
seguras controladas por nuestra fuerza naval.
Esa
mañana o talvez sería la noche, ya no recuerdo, la antigua maquinaria empezó a
tener algunas fallas, primero imperceptibles y mas tarde los mecánicos empezaron
a inquietarse. La producción de hidrógeno estaba alterándose, los novatos al
principio pensábamos que solo era parte del entrenamiento, cuando veíamos al
personal de las máquinas correr buscando algunas piezas de repuesto, pero luego
fue Emerson quién al contar con dos viajes en submarinos, tenía mayor
conocimiento de lo que sucedía. En un momento sentimos un fuerte mareo y el
comandante ordenó posicionarnos como si fuera en estado de emergencia, yo no lo
creía y aun algunos pensábamos que era solo una prueba para verificar nuestra
capacidad, pero una especie de neblina apareció en todas las salas, mientras
usábamos máscaras. A esas horas llegó el anuncio:
“Debido
a una pequeña falla en nuestro aparato motor deberemos recalar en Oceanía”.
La
terrible verdad no contada por los comandantes (el del submarino y el de
instrucción) es que alguna extraña fuerza provocaba una falla en la máquina que
impedía mantener estabilizado la producción eléctrica y del hidrógeno, es que
estas eran piezas antiguas, pero para evitar el pánico en los novatos,
prefirieron minimizar los problemas, aunque al escuchar que deberíamos emerger
y llegar a puerto en otro continente, presumimos que los problemas eran graves.
No
habrían transcurrido otras 24 horas y nuevamente una fuga, por primera vez
empezamos a preocuparnos, hasta que a medio camino entre los moais y el
continente de canguros la nave emerge. A la mayor parte de la tripulación nos
subieron a cubierta mientras los técnicos se quedaban revisando el problema y
desde un buque de apoyo, que estaba esperándonos, trasladaron materiales para
solucionar el inconveniente. Pasadas 10 largas horas por fin este vejestorio de
metal pudo continuar su viaje, pero solo hacia el Oeste, no sabíamos que el
comandante por temor a que la larga travesía hacia nuestro país, la máquina no
aguantara y explosionase prefirió llevarlo cerca de una base naval cuyo
equipamiento permitía reparar este tipo de máquinas tan antiguas. Pero el
problema que se suscitó fue que el último año ese país había cambiado su rumbo
y opinión política con respecto a nuestra alianza y ahora no quería respetar el
tratado de cooperación militar que habíamos pactado con ellos. Al llegar a esa
zona nacional se nos impidió dejar la nave en el dique de reparación y solo nos
permitieron anclar en un muelle y desde ahí trajeron algunas piezas (que
posteriormente no sirvieron para solucionar este problema).
En
esa zona ni siquiera desembarcamos, pero el comandante de instrucción nos
permite comunicarnos con nuestros hogares.
Traté
de llamarla, pero no hubo respuesta, así que llamo a casa de su tía en Punta
Arenas y responde una pariente que me dice que Mystysiva volvió con sus
familiares desde la Antártida.
Ni
un recado para mí, nada ¡Vaya que se enojó! O talvez su marido la llamaría, eso
debe haber sido. Mi mente siempre disculpándola. Pero ya otras ocasiones habían
sucedido estas desapariciones suyas.
—Tripulación, mañana temprano nos vamos
de esta zona, la situación política no es favorable para nosotros, así que a
dormir estas horas y a las cuatro nos movemos fuera de este lugar.
Era
el comandante de la nave ahora avisándonos a todos que volveríamos por el mismo
camino hacia casa.
Nos
tranquilizamos, pero aprendimos una lección de geopolítica: nunca creas que
quien firma un acuerdo con tu país lo hace por “amistad”, solo es interés
económico, y si llega el momento de romperlo y no cumplir la palabra empeñada y
escrita, será roto sin contemplaciones.
Por
ello los poderosos pueden imponer sus acuerdos a los débiles, pero entre los
débiles o aquellos escritos entre poderosos, ambos bandos cuando llega la hora
de romperlos, lo hará y no habrá ninguna reparación.
Esa
mañana nos levantamos temprano y estábamos en nuestros puestos, pasó cerca de
mí el hermano de Milashkasiya y me saludó.
—Xaxxxxxx, es hora de prepararte para
cuando llegues a puerto, allá nos estarán esperando las chicas.
—Eso espero —mientras pensaba en ver a
mi amor Mystysiva y contarle esta errática travesía.
—Mira cuando nos casemos, espero que
estés con nosotros. Ámbar será madrina de mi novia.
—Ya veo que será una linda boda, pero
por qué casarte tan temprano.
—Es que después partiremos al exterior
y no sabemos si volveremos.
Por
alguna razón se me hizo la idea de que él pensaba con una mente de un adulto mayor,
me pareció que Milashka era igual, y su familia en general eran mas maduros en
sus pensamientos, mientras que yo aun tendría una mente “infantil”.
¿Acaso
era “infantil” por no elegir como mi novia a la linda Ámbar y creer que toda mi
vida pasaría al lado de “ella”, mi amor Mystysiva?
No
lo sabía aun, era emocionalmente inmaduro.
—Recuerda que debemos dejar
descendencia, es necesario, así seremos mas fuertes en nuestra alianza.
Aquí
afloraba en él el patriotismo nacionalista. Pero la verdad es que tenía razón.
—Si, pero no sé si Mystysiva querría
hijos.
—Pero si ella no quiere hijos contigo
¿por qué serías tú su pareja? Si vamos a vivir con alguien a quien amamos
debemos dejar descendencia Pxxxxxxx, eso es la máxima del amor; solo la
descendencia te permitirá que tu amor perdure, aunque ella se vaya, fallezca, o
se olvide de ti y se case con otro, si has tenido un solo hijo con ella has
creado una cadena indivisible que nunca se romperá ¿lo comprendes? En tu hij@
ella seguirá existiendo.
—Bueno. . . la verdad es que —no sabía
qué contestar a esta diatriba sobre el amor romántico y los hijos.
—Es que tú eres muy infantil, se nota
que tu vida como agorafóbico te afectó, mira que si fueras con una mente mas,
mas como digamos, pensante, te habrías dado cuenta que Ámbar es tu verdadero
amor; ella está enamorada de ti.
—Pero ella tiene pareja.
—Pero esa pareja solo es por despecho
¿porqué crees que su pareja es mujer y no un hombre? Porque tú la dejasteis sin
siquiera darle tiempo para estar juntos, pero ella quisiera tú fueras su único
y primer amor, y créeme aun estás a tiempo.
Ahora
mi mente estaba confusa, no sé porqué no reaccionaba a mi amor por Mystysiva. ¿Qué conjuro maligno sucedía que me
estaban diciendo en mi cara que mi lindo amor, Mystysiva, NO ERA PARA MÍ y en
vez debía amar a esa hermosa Ámbar?
¿Por
qué no reaccionaba ante tan grande atrocidad, que sucedía conmigo?
Talvez
el estar sumergido, en este tubo, que impide lleguen ondas electromagnéticas y
quizás qué otras a mi mente impedían que ese ser maligno llamada Mystysiva,
controlara mi mente y por primera vez en mi vida me decían en mi cara todas
estas cosas que increíblemente me parecían tan ¡CIERTAS!
¿Acaso
he sido un ciego, un estúpido que no he visto que Mystysiva NO ME CONVIENE?
¡Ella me está asfixiando!
¡Una
mujer CASADA pretende controlarme como si fuera un mocoso estúpido!
¿Acaso
estaré así toda la vida, viviendo a su lado mientras ella tiene hijos de otro
hombre y yo, en qué quedaré?
¿Solo
seré un patán para satisfacerla y quedaré sin familia?
Ahora
mi mente estaba aclarándose, creo que por primera vez desde que la conociera
hace unos 8 años me parecía que mi vida había sido una ¡MENTIRA!
Es
decir solo fui parte de una maniaca sexual que me utilizaba talvez para
satisfacer su apetito (en esto ella era tremenda en la cama) y me estaba
dejando aislado del resto del mundo, siempre cuidando que no tuviera
comunicación con otros.
¡QUÉ
SE HABRÁ CREÍDO QUE ERA UN ESTÚPIDO!
—Vez Pxxxxx cómo debes reflexionar
sobre tu futuro. Ámbar aun está enamorada de ti y harían bonita pareja.
—Si ya entiendo, entiendo, no me daba
cuenta. . .
—¡Teniente Emerson! A sección de proa,
rápido, los demás tomen sus puestos! —un oficial pasa corriendo mientras otros
tripulantes, corren en los estrechos pasillos, las alarmas se disparan.
—Máscaras. Oxígeno.
No
sé qué sucedió, pero recuerdo que el jefe de sanidad llevaba un hombre
sangrando, era un técnico, y otros aparecían con las caras algo desfiguradas
por el calor y amarillentas.
—¡Rápido, emersión, emersión!
Alcanzaba
a escuchar gritos desde el capitán comandante, hasta otros tripulantes. Mi
trabajo de experto “todo terreno” me haría estar con los sistemas
comunicacionales, SAT, logística, aunque las armas estaban apagadas ya que el
peligro no era la guerra misma, sino alguna explosión de ese maldito motor
antiguo.
De
repente las luces parpadean, aparecen luces emergencia, un bamboleo terrible,
mis pantallas no puedo controlarlas, las secciones pierden comunicaciones entre
sí.
—¡Cadete Axxxx, rápido intenta
comunicaciones con secciones 1 y 2! —era un oficial indicándome intentar
comunicación.
Mi
trabajo ha comenzado y debo usar bandas en frecuencias no habituales, pero mi
equipo no marca NADA, estoy sin imagen, sin comunicación, por ello debo cambiar
al equipo de frecuencias cortas, la vieja OC. Alcanzo a conectar esa
comunicación que transfiero a las secciones y la zona central del comandante.
Pero
unos instantes después una especie de zumbido muy fuerte, traspasa las mamparas
herméticas de la nave y sentimos que esta se dobla ¡estamos cayendo! Ahora sí
que estaba mareado, creo que vomité algo mientras me golpeaba. Es que no
alcancé a usar el cinturón de seguridad, además con la máscara cuesta moverse con agilidad.
La nave parecía moverse sin control,
por primera vez pensé que moriría, no sé a quien pedirle ayuda, creo que pedía
a Dios, ya me había olvidado que existía, es que ella ocupaba hasta mi mente
espiritual. Escucho algunos gritos, órdenes, una sensación tan desagradable,
incluso hube retirar la máscara para vomitar de nuevo y ahí ese aroma parecido
a azufre o molibdeno, luego unas especie de golpes lejanos que provenían de la
sección de popa, donde se ubica el sector del motor; ya intuimos que esa
maldita máquina había explosionado o algún problema similar.
En
un momento veo a un compañero ubicado en otro compartimiento a unos 3 metros,
está caído, se había retirado la máscara para vomitar, pero carecía fuerzas
para ponérsela, no sé como llegué hasta él y le coloqué este importante
artilugio.
—Cadete Axxxx, active comunicación en
compartimentos 1 y 3.
No
sé quien me dio esa orden, pero intentaba buscar los circuitos dañados, se
supone que es tarea del experto eléctrico de la nave, pero no sé que sucedería,
así que ahora actuaba usando mi artilugio, pero nuevamente debo usar la vieja
OC y ¡zas! la comunicación se logra: la sala de mando ahora comunicada con las
3 secciones. Pero debo estar pendiente de esta hasta que la electricidad
funcione normalmente.
No
sé cuanto tiempo habría pasado, me dijeron que fueron 40 minutos de terror, una
parte de la máquina inició a descontrolarse y el hidrógeno aumentaba sin que
nadie entendiera qué sucedía, así que fueron varios tripulantes para tratar de
enfriar la zona, entre ellos estuvo el hermano de Milashka, pero mientras el
submarino emergía, una sección del motor explosionó, fueron heridos 8
tripulantes y uno falleció, un pedazo de esquirla despedida por la explosión se
le incrustó en el corazón.
No
entendía bien cómo sucedió esto al hermano de Milashka, era el único fallecido,
nunca he comprendido bien esta muerte, pero sé que no fue un simple accidente
de una nave militar, fue algo mas, algo provocado por una fuerza extraña,
anómala a la lógica científica.
Una
hora después el comandante de instrucción me llamaba
—Cadete Pxxxxxxx, acompañe al médico,
usted era cercano al teniente Emerson, además deberá explicarme que tanto lo
conocía, porque deberé hacer un informe a su familia, y vea que estarán
esperándonos a la llegada.
—Sí señor, lo haré.
—¡Ah cadete! Lo felicito por su
comportamiento, sin su capacidad de establecer comunicaciones entre las
secciones podría haber habido mas muertes, además salvó la vida de un camarada.
—Si señor.
Pensamientos
turbios pasaban por mi cabeza, estaba como aturdido, no entendía o mas bien no
quería entender nada. Al llegar a la sección médica, quedaban tres hombres
heridos, pero en una camilla tapado estaba Emerson.
—Vengo de parte del comandante ¿cómo
falleció?
—Mira cadete, terrible esto, fue este
tubo lanzado a tanta velocidad que a travesó su corazón —mientras me mostraba
un pedazo de cañería de condensación.
—Un oficial ingresaba en la sala, este
estaba a cargo precisamente de esa sección y al vernos conversando mira el
cadáver y se persigna.
—Qué terrible, no puedo creer.
—Creer qué teniente Hans —pregunta el
médico.
—Esa cañería no debía romperse, la
presión no vino de la máquina, vino desde afuera.
—Explícanos eso —insiste el médico.
—Verá que el submarino se ladeó, fue
porque una tremenda presión externa lo golpeaba, parecían cargas de profundidad
o un misil de prueba que hubiera impactado, no lo sabemos aun. Por ello la
presión externa se trasladó al interior y rompió esas cañerías y vean lo que
sucedió. Lo lamento tanto —como queriendo disculparse ya que esa sección estaba
a cargo suyo.
—No se preocupe, esta máquina salió de
puerto marcada —no sé por qué dije esto.
—Por qué usted dice esto joven cadete
—Vea usted, que debíamos viajar a la
Antártica y el viaje se truncó. Es decir algo sucedió antes y mas encima nos
negaron ayuda en Oceanía.
—Si, es verdad cadete, esos malditos
nos negaron el dique, si no a estas horas estaríamos todos bien.
Veo
la cara de Emerson, le habían cerrado los ojos, pero la rigidez post mortem le
hacía volverlos a abrir, le indiqué al médico, pero este insistía en que no
quería tocar mas el cuerpo hasta llegar a puerto. Su cuerpo estaba amarillento,
era horrible su aspecto. Un joven de 26 años, futuro de la patria, ahora
fallecido en un estúpido e inexplicable accidente. Y mas aun ¡Yo estaba con él!
¡Qué les diría a Milashka, a la linda Ámbar!
¿Acaso
no sentía que insinuaban que por mi culpa traje la “fatalidad” en el campamento
y fallecieron Antártico y Alfen?
¿Acaso
no falleció el cerdo capi-capo?
Ahora
en mi primer viaje en un submarino y fallece mi único cercano camarada de esta
expedición.
Adivinaba
que mentes supersticiosas me acusarían de atraer la desgracia.
Estaba
acongojado por su brutal muerte y el miedo a cómo reaccionarían la familia de
Emerson.
Ni
siquiera la evaluación positiva efectuada por el comandante de instrucción
acerca de mi actuación durante esos minutos terribles, podría evitar esa mirada
soterrada de quienes eran familiares directos del hermano de Ámbar.
Así
estaba con mi alma estremecido por el miedo, miedo, terror a cómo me tratarían.
Ya la noticia llegaba a su
familia. El comandante no permitía comunicación hasta llegar a la base, Sería
en la isla de las enigmáticas estatuas. Y ahí mismo las primeras
investigaciones de este incidente.
Al
llegar un viejo avión anfibio esperaba para llevarse el cuerpo de Emerson y a
los 8 heridos, además otros tres cadetes que no soportaron la tensión y
decidieron partir, ellos habían perdido el control mental de la situación y
debían ser retirados al continente. Pero yo aquí estaba mientras un fiscal
empezaba las preguntas, era como repetir el mismo proceso con el depravado
capi-capo cuando debimos ser interrogados por su actividad anormal en el
campamento de los reclutas.
Aunque
ahora, en un primer momento, algunos me daban la mano, especialmente el cadete
al cual ayudé con la mascara, ya ni me acuerdo de su nombre, me felicitaban,
pero sentía que tarde o temprano comenzarían a tacharme de ser un “mala
suerte”.
¿Acaso
alguien querría tener a un oficial así en una guerra?
Además
qué le diría a Milashka cuando me encontrara con ella y me aterrorizaba la idea
de ver a sus padres, su hermano mayor, su abuela, que algo presentía acerca de
mi “aúrea”.
Cuando
estábamos en la isla nos incomunicaron mientras declarábamos, pero al tercer
día se nos permitió libertad para comunicarnos con nuestras familias.
Pero
yo carezco de una familia
¿Y
Ámbar? Ella nunca sería mi familia, me sentía culpable de lo sucedido a su hermano
¿Culpable
por que? Solo fue un accidente extraño, muchos mas fallecían en la guerra ¿acaso
sus compañeros eran culpables por sus muertes?
Pero esta no fue una
muerte en la guerra, solo era una simple misión de entrenamiento.
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