miércoles, 8 de julio de 2015

17. O amarla solo a ella


            El campamento se acercaba a su fin, ya habían transcurrido catorce meses, pero para mi parecían años. Al final el comandante era un capitán y el capi-capo prácticamente efectuaba labores administrativas sin dejarse ver. Las acusaciones contra él se dilataban, como si quisiera que el tiempo se las llevara, pero el destino siempre espera al infractor y él debía comparecer con su destino.
            Mis compañeros solo me hablaban cuando era muy necesario y notaba que me evitaban cuando se formaban grupos, tenían miedo a que les trajera la "mala suerte": Increíble que a pesar de los avances tecnológicos, sociales, intelectuales, en la mente aun hay pensamientos, emociones que se niegan a abandonar al ser humano y una de estas es la SUPERSTICIÓN.
            Cuando me toco salir, ya que estaba terminándose el curso en el cual daba por hecho que el maldito me pondría bajísimas calificaciones, me sentí mal, abandonado. Mystysiva casi no me llamaba, aunque estaba acostumbrado a esos períodos en los cuales ella desaparecía y obviamente por su situación de mujer casada.
            Un día me fui caminando hacia el hostal donde me hospedaba cuando salía a descansar y alguien me llamaba, era Milashka. La acompañaba su madre y me invitaron a subir al carro, este era un vehículo de los "antiguos" tracción a tierra. Me extrañó el tono de amistad conmigo.
—Sube al carro Xxxxxxsss.
—Prefiero caminar  —dije con un ademán algo altivo, ya que a esa edad uno dice primero y luego piensa.
—Pero mi hija quisiera invitarlo a nuestra casa —expresaba su madre, una elegante dama de sus 60 años.
—Vamos Pxxx sube, la Mystysiva no está —la pregunta me pareció extraña.
—Cómo sabes de ella, acaso yo te vigilo tu vida  —altaneramente como un estúpido contestaba.
—No se enoje con mi hija, es que es joven e impulsiva como usted, joven.
            Al final de tanto insistirme accedí a ingresar a este aburrido vehículo terrestre.
            Así en aquel viaje noté que Milashka me asociaba con Antártico entonces quería tener cerca al último amigo de él, además por curiosidad preguntarme sobre los archivos personales que debía entregarle a su familia. Esos que guardara.
—Milashka si quieres vamos los dos a entregárselos a sus padres.
—OK Xxxx, cuando termine todo esto te acompañaré. Tú sabes que nuestra relación fue tan corta, pero intensa para mí. Además quiero pedirte perdón por enojarme con ustedes dos.
            Me llevaron a una fuente de soda en la ciudad y allí Milashka me presenta a sus familiares entre los que estaban su padre, un conocido intelectual y profesor de la universidad, su madre era hija de un almirante, otro hermano dos años mayor que ella, llamado Emerson, el cual egresaba de otra academia, a la cual iban la oficialidad marina, y su hermano mayor, de grado capitán en la marina, de sus 35 años, muy alto mas de 1,90 mt., el cual heredó el talante de militar, a diferencia de su padre que era un tipo intelectual, académico.
—Así que este es "niño" Xaxx —me saludaba su padre como si supieran de mí— Nuestra hija siempre comenta de Ud. y ese joven compañero que lamentablemente falleció.
—Vean que representa menos edad. Eres tan bajito.
            Quien expresaba esa opinión era la linda chica de menor estatura que la mía, hermana de Milashka, de lindos ojos negros, cabellos castaños y delgado talle, parecía una pluma.
            Su hermano Emerson me dio un efusivo saludo, igual los otros familiares, era como si Milashka les hubiera hablado bastante de mí, pero me sentí mal, muy mal, porque estaba rodeado por una familia grande, unida, y de una clase social superior a la mía, pero lo mas terrible era su excesiva sociabilidad para mis parámetros de aislamiento social y ex-agorafóbico.
            Lo anterior provocaba que comenzara a intranquilizarme y al tiro pensando en Mystysiva.
            Y es que al estar cerca de Mystysiva carecía de problemas de sociabilidad, pero al estar, sentirla lejos, comenzaban mis fobias a la gente, a salir a la calle, a entablar una simple conversación y obviamente el habitual y desagradable rubor facial propio de los agorafóbicos.
—Tendremos una fiesta cuando ustedes egresen y queremos que venga.
—No estoy acostumbrado a las fiestas.
—No se preocupe aquí todos somos una familia y Ud. es como si fuera hermano de Milashkasiya.
            Así con otras emotivas y agradables palabras me hicieron perder el miedo y acepté.
            En un momento sentí alguien a mi lado y era Ámbar, la juvenil doncella que se había pegado a mi hombro y me sujetaba como si fuera un novio, pero los demás no lo notaron o mas bien como si ya fuera de hecho el novio de ella. Por mi parte como en esa época, donde solo experimentaba el amor romántico por medio de ese demonio de Mystysiva, la cual me tendía a mantener alejado de la sociedad, era torpe para relacionarme socialmente con los demás debido a mi vida de encierro aprendida con mis abuelos, no sabía que esa acción conllevaba la implícita realidad de ser su novio. No sabía que Ámbar padecía a su vez de un trastorno juvenil en boga aquellos años debido a la vacunación excesiva y que afectaba la sensibilidad mental y emocional de ciertas personas, por ello al verla feliz junto a mí pensaban que sería su gran ayuda en su desarrollo como mujer. 
            La conversa se volvió mas distendida, incluso algunas risas ante recuerdos de Milashka sobre nosotros  en el campamento. Pero los adultos preocupados por la situación política comienzan sus preguntas obvias.
—¿Y a qué arma quisiera postular joven Xxxx?.
—No lo sé, solo sé que cualquiera donde sea tripulante de una de esas naves —mientras indicaba hacia una holográfica propaganda en la calle con una hermosa nave moviéndose por los aires.
—Todos quieren ir a ellas, parecen magnéticas.
—Pero tú eres muy pequeño de estatura —era la linda chica de cabellos castaños, pero torpes comentarios que sujetada a mi brazo derecho me aferraba como si fuere su príncipe azul y algo dentro de mi se revolucionaba, como si hubiera descubierto otro mundo, diferente al conocido, al enseñado por Mystysiva.
—No es tanto para ser admitido como tripulante —astutamente su madre corrige a la hija.
—Mi hija dice que usted es muy bueno para las matemáticas ¿no querría mejor ir a la universidad? mire que nos faltan gente que quiera estudiar estas disciplinas intelectuales, todos han optado por la fuerza militar y debemos traer extranjeros para las vacantes en las universidades y escuelas —era su papá.
—Si, en mi clase de los nueve profesores, cuatro son extranjeros —dice la linda de ojos negros.
—Eso sucede por haber dejado de lado durante siglos la educación en este continente —comenta la mamá.
—Fueron esos corruptos políticos del pasado y los grupos económicos—expresa el padre.
—Agréguenle a los fanáticos religiosos —añade el hijo menor
—Y los liberales izquierdistas —responde el conservador hijo mayor.
            Al final ya era una conversa de política, a lo cual me cuidaba de opinar porque uno que es muy temeroso de la opinión de los demás debe de pensar primero y después de mucho reflexionar lanzar tu opinión.
            Inmediatamente esas preguntas que son importantes para la familia militar, pero molestas para aquellos que no somos de dicho ambiente y solo ingresamos a la milicia por la emoción, el dinero y la estabilidad laboral.
—No tengo aun eso, además no sé si aprobaré este campamento.
—Claro que sí, lo aprobaremos Xxxx —era Milashka —todos sabemos que ese comandante está fuera; sí, lo van a destituir, es decir ni siquiera saldrá por la puerta principal.
—Pero él es un  "h.e.r.o.e" ¿verdad? Y a ellos no se les toca.
—Eso era en el pasado, pero hace veinte años nuestra sociedad cambió, evolucionó. No podemos permitir ese tipo de conductas.
            Quien se refería así era el padre de Milashka, un abogado y experto en derecho constitucional.
—¿Qué se sirven familia?
            La presencia del mesero ayudó a evadir esos asuntos de política en donde siento que carezco de seriedad al expresarme.
            Los mayores comienzan a pedir sus aperitivos y esos postres, algunos helado, pero cuando me interrogan sobre mi pedido se extrañan.
—Helado de chocolate con pan integral.
            Aquí la carcajada fue estruendosa, hasta me molesté.
—Oye niño Xxxx ¿no estarás hablando en serio? —era el hermano menor de Milashka quien mas reía con mi petición.
—Es que estoy acostumbrado a consumir así el helado.
—Ya vemos y no te preocupes —aquí entendieron que cada uno tiene sus costumbres y debían respetar las mías.
            La hermosa y casi niña Ámbar sentose al lado mío y el menor de los hermanos al otro lado, el izquierdo, como si ya fuere parte de su familia.
—Así que no sabes donde te destinarán —hermano de Milashka.
—No sé, es que ni siquiera sé si aprobaré este campamento.
—No seas pesimista niño, verás que pasaremos.
—Pero si quisiera mi sueño es ser tripulante de una elevadora, de esas grandes.
—¿Las de transporte y de combate?
—Todos quieren ser parte de una. Son lo mas emocionante desta guerra —el hermano menor.
—Pero no debemos pensar que solo son esas, mira que estamos faltos de personal para las naves submarinas y superficie —era el hermano mayor de Milashka quien muy circunspecto hablaba y se parecía a su padre.
—Pero hermanito mayor, si todos queremos ir a esas naves, son el futuro.
—Pero necesitamos marineros en las otras, así que ya sabes niño Xxxx si quieres unirte a una de esas tenemos muchas vacantes.
—¡Brindo x las elevadoras! —hermano menor quien ansiaba igual que yo ser tripulante de una nave aérea.
—Y dime Xxxxxx —voz de la hermosa cabellera castaña y ojos negros que utilizaba el diminutivo cariñoso de mi nombre— ¿qué harás al salir y seas enrolado? ¿Tienes pensado que será de tu futuro?
—No lo sé, ni siquiera sé si mañana despertaré.
—No seas pesimista.
—Él es así, muy pesimista —era Milashka que usando sus portentosos oídos prestaba atención a nuestra conversa.
            En un momento el jolgorio y las bebidas lo hacen a uno expresarse con mayor sinceridad y vehemencia, incluso declarando esos sueños ocultos que jamás debiéramos contar a familiares ni menos a extraños.
—Si recibiera esos créditos quisiera estudiar leyes, en mi mente tengo proyectado redactar una memoria de título sobre un tema muy interesante.
—¿De qué se trata? Cuéntanos.
—Nunca lo contaré, primero veremos como me va.
            Fue una extraña tarde para mí, al principio me sentía muy mal en medio de aquella familia, se les notaba cohesionados, económicamente sin mayores problemas, y mas aun que sus tres hijos al servir en la fuerza militar obtendrían ese suculento "estipendio" de créditos.
            Pero ahora me sentía como si me hubiesen tendido una mano y mas aun al tener a mi lado ese bonbon hermoso, suave, de carácter tan sencillo, débil, como si necesitase alguien que la cuidase. Muy diferente a Mystysiva, cuyo carácter fuerte y autoritario me absorbía y se imponía sobre el mío totalmente.
            No estaba acostumbrado a una familia numerosa, sociable y con un futuro esplendor. La comparaba con la de mis abuelos que me criaron solo, al final abuela terminó demente y antes abuelo falleció de cáncer agravado por una mala atención de un maldito médico.
            En un momento llegaron otras personas, amigos de ellos y comenzó una algarabía, mientras traté de retirarme hacia un lado sentí mi brazo y al darme vuelta Ámbar me miraba y su linda sonrisa, sonrisa de un ángel, no sé qué pasó, pero noté que nadie nos veía y talvez el momento, la algarabía, no sé, solo sé que acerqué mis labios, ahora expertos en besar gracias a mi Zarina, y toqué los suyos, aun torpes e inseguros, los besé. Fue tan efímero el beso, que luego alguien me saludó, no sé quien y se acabó todo.
            Querían invitarme a su casa, pero ahí objeté y ante mi testarudez me llevaron a mi hostal. Era ya el viernes en la noche cuando ingresé.  Estaba lleno de gente, ya que la mayoría éramos reclutas de estos campamentos de instrucción.
            Allí en mi cama tendido, quise conectar a Mystysiva, pero estaba tan cansado, y me dormí, me olvidé de ella y pensaba, sentía esa mano suave y esa caricia en la cara de esta otra chica, su nombre Ámbar, era mas joven que Mystysiva y tan diferente. . . juvenil, no era lujuriosa y fuerte de carácter, era frágil, sentía la necesidad de ser cuidada, protegida. Unos terribles pensamientos pasaron por mi mente: ¿sería yo capaz de protegerla por el resto de la vida a un ser tan, tan lindo como ella. . .?
            No pensaba en Mystysiva, por primera vez pensaba en ¡otra mujer! ¡una niña de 13 años! Con esas cavilaciones me dormí.
            La alarma de mi comunicador me despertó, era tal el frenesí de la llamada que me molesté. Adormilado aun respondí; era ella, el encanto de mi vida, mi razón de superarme, mi alma gemela.
            Pero me extrañó el tono frío al tratarme, incluso sentí que la holografía estaba sin aquella calidez al tocarla.
—Xaxxxxxx ¿Dónde has estado?
—Aquí en el hostal, esperándote, pero tú no has venido.
—Ya sabes amor que así es mi vida, pero ¿estás mintiendo?
            La triste verdad es que nunca he sido buen mentiroso, soy de esos tipos a los cuales basta conocer un poco tiempo y ya sabes cuando mienten o expresan verdades, por ello le cuento lo sucedido la noche anterior.
—¿Y dime amor mío? —me parecían algo irónicas sus palabras, pero entendí que estaba molesta— ¿confías en esa gente?
—Tú debes tener cuidado, mucho cuidado con ellos. No olvides que el mundo está repleto de malignidad, de buenas palabras, actos y ofertas de amistad, pero ellos son traidores. Eres muy ingenuo Xxxxxx, muy ingenuo y no quiero tener que levantar tus despojos cuando el huracán haya pasado.
            No sé por qué pero me parecieron extrañas sus palabras, como si me advirtiera de algo malo que acechara mi vida en todo momento. Hasta creí entender una amenaza suya contra mí, pero ¡IMPOSIBLE! ella es mi amor, mi único amor, mi ÚNICO AMOR, el único ser de mi vida, de este planeta, en el cual tengo fe, una fe como si fuera una diosa. Mi diosa Mystysiva, mi ser que siempre amaré, porque ella será toda mi vida, sin ella falleceré.
            Ahora me daba cuenta de mi error, estar fantaseando con asquerosas muchachas de lindos ojos negros y hermosa cabellera castaña, cuando mi ser está en mi linda Mystysiva.